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sábado, 31 de agosto de 2013

Una maraña de empresas se reparte los distintos escalones de las emergencias

Tres sociedades se ocupan de los parques comarcales, una empresa de publicidad atiende el servicio 112 y una unión de empresas asumen los helicópteros




La atención a las emergencias en Galicia se ha convertido con la privatización sucesiva pero imparable de servicios en un marasmo de sociedades privadas y responsabilidades diluidas que trae de cabeza a los trabajadores, que llaman la atención sobre el riesgo potencial que esto conlleva para servicios públicos básicos, desde la extinción de incendios a la alerta telefónica. El accidente de Angrois en Santiago y los fallos de coordinación han servido de altavoz a las quejas de los profesionales del sector.
“Hay una precarización de los servicios de emergencias que la ciudadanía no está viendo”, dice Isabel Moares, trabajadora del 112, el servicio de atención telefónica a las emergencias que suele ser el primer punto de contacto entre la emergencia y la ayuda. Con una plantilla de 90 personas, que se reparten en verano en tres turnos de entre ocho y 12 personas, el servicio está subcontratado a una empresa de publicidad telefónica, Telemark. Moares no abunda en los problemas laborales que supone depender de una compañía que trabaja en régimen de concesión, pero sí incide en la sensación de inseguridad que implica desconocer si al término del contrato se van a quedar en la calle. “Esto no es como vender seguros por teléfono”, explica. Los empleados tienen que pasar dos exámenes y durante un tiempo no están solos al teléfono, pero una vez pasado el periodo inicial, se acaba la formación. “Tratamos con suicidas, familiares de fallecidos en situación límite y no recibimos la formación adecuada. Cuando fue el accidente de Angrois, por ejemplo, se abrió una línea de información a las víctimas; son situaciones bastante fastidiadas”.
La precariedad empuja a veces a los trabajadores a prescindir del protocolo para agilizar la atención. “Si un parque de bomberos comarcal tiene que apoyar a una brigada forestal pero no sabe dónde, llama al 112, pero nosotros no tenemos comunicación directa, sino que tenemos que llamar a la central de bomberos, que a su vez llama al distrito, capataz y brigada. Y eso tanto a la ida como a la vuelta. Los protocolos a veces ralentizan la actuación y si ves que hay una vida en peligro se saltan, pero sabiendo que a lo mejor el coordinador te puede llamar la atención”, comenta.
El 112 está privatizado, pero al menos es un servicio único. Los bomberos privados se las ven y las desean para ponerse de acuerdo. En Galicia hay tres empresas que gestionan parques. Veicar, que gestiona 12 de 23 parques, la mayoría en la provincia de A Coruña, Matinsa, que acaba de aterrizar en los parques privados de la provincia de Pontevedra y Natutecnia, que lleva tres en A Coruña y uno en Lugo, pero que a través de varias asociaciones con otras empresas tiene un papel destacado en la gestión global de emergencias. Es la encargada, por ejemplo, del Grupo de Apoyo Logístico que depende de la Axencia Galega de Emergencias. Con base en Silleda, se concibió como un instrumento de la Xunta para apoyar situaciones de emergencia cuando otros servicios de emergencia lo requieren, pero según fuentes de los trabajadores su efectividad es limitada. La plantilla —que se nutre de los propios empleados de la empresa en los parques que controla— tiene que estar permanentemente a una distancia de no más de tres cuartos de hora de la base, pero hay empleados que viven en Ferrol o as Pontes que difícilmente pueden cumplir tal parámetro. Sucede además, según insisten trabajadores de la compañía, que en los días en que un empleado está de guardia en Silleda deja desatendido su base habitual, lo que afecta incluso a jefes de parque. Los empleados también aseguran que en estas listas de personal figuran directivos de la empresa y no especialistas en intervención de emergencias, lo que incumpliría unos pliegos de condiciones cuyo control es reducido.
Natutecnia extiende su campo incluso a la gestión de personal de las brigdas helitransportadas, concedidas por contrato a una unión de empresas en la que participa junto a Inaer, la compañía que suministra los aparatos. Natutecnia participa asimismo en la elaboración de los planes de extinción de incendios de la Xunta, en fijar las directrices de coordinación de los medios aéreos e incluso en analizar la respuesta de los medios desplazados con análisis técnicos, tres tareas para las que ha llegado a cobrar más de 280.000 euros en un año.
La otra pata de esa fructífera unión empresarial, Inaer, también se beneficia de los contratos públicos para las emergencias en el mar, con el añadido de que disfruta de una ventajosa venta de dos helicópteros, anteriormente propiedad de la Xunta, cuyo coste de mantenimiento anual se paga 1,5 millones de euros más caro de lo que costaba cuando los aparatos eran de propiedad pública, al tiempo que se reducen las guardias presenciales obligatorias para los trabajadores.
 Ayuda a destiempo
La intervención privada en las emergencias también aumenta con las prisas de última hora. La apuesta de la Xunta por recuperar las brigadas municipales contra incendios, en detrimento de las que gestiona directamente, ha llevado a que algunos municipios optasen por subcontratar la contratación de efectivos a empresas privadas, por incapacidad material y para sacudirse las acusaciones de enchufismo que vuelven a proliferar. Así ha sucedido en Moaña, que cedió a Tragsa la gestión del personal. El retraso de la Xunta alcanza hasta las ayudas a comunidades de montes para tareas de prevención, recién adjudicadas y todavía por ponerse en uso, como confirma Xosé Alfredo Pereira desde la Organización Galega de Comunidades de Montes.
Tragsa tiene este verano un papel menos destacado que otros años en la política contra incendios de la Xunta, pero gestiona desde este año y hasta 2016 el contrato del servicio de extinción y prevención de incendios forestales, adjudicado en marzo por 82 millones de euros por el Ministerio de Medio Ambiente.
Las carencias laborales y operativas empiezan a cristalizar en movimientos transversales de los propios trabajadores, que se organizan en las últimas semanas para crear una plataforma de emergencias a escala autonómica con la que canalizar sus exigencias.

viernes, 30 de agosto de 2013

Expedición Cueva de los verdes (1960)

Los colectivos, entidades públicas y privadas que deseen exponer en sus locales o salas de exposición esta muestra, deberán contactar con el Cabildo de Lanzarote en el Servicio de Patrimonio Histórico
[Img #35557]El Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Arrecife promueven la exposición itinerante cuyas fotografías forman parte del fondo documental del Archivo Histórico de Arrecife

En febrero del próximo año, se conmemorarán los cincuenta años transcurridos de la famosa visita que organizó a la Cueva de los Verdes el ilustre Agustín de la Hoz Betancort.



El 22 de mayo de 1960, el escritor Agustín de la Hoz, acompañado del espeleólogo y fotógrafo Gabriel Fernández Martín y un elenco de colaboradores, entre los que se encontraban José Juárez Sánchez Herrera, Mariano López Socas, Tomás Lamamié de Clairac y Nicolau y Gabriel Fernández Martín, entre otros, se adentró en la Cueva de Los Verdes para protagonizar la primera incursión fotográfica a la zona conocida como El Refugio, lugar de La Cueva frecuentado por los residentes de la época para resguardarse de los ataques e invasiones piratas.

Casi cinco décadas después de esta incursión fotográfica, el Grupo de Espeleología de Canarias Uestayaide, en colaboración con el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Arrecife, decidieron -a través del Archivo Municipal de Arrecife- rescatar ese momento mediante las fotografías realizadas durante esa primera expedición a la Cueva de Los Verdes.

“Esta visita, retratada a través de la cámara de Fernández Martín, forma parte del Fondo Documental de Agustín de la Hoz del Archivo Municipal de Arrecife y de la historia de la espeleología de Lanzarote y de Canarias”, explica el consejero de Patrimonio Histórico del Cabildo, Juan Antonio de la Hoz.

Con el fin de divulgar la actividad espeleológica en la isla, este Club deportivo de espeleología cede la tutela de la exposición para su itinerancia y muestra a las instituciones, colectivos, centros socioculturales, centros educativos, salas y otras entidades, que quieran divulgar y exponer la composición de doce paneles con las fotografías de Gabriel Fernández Martín. Los paneles incluyen también descripciones con textos de Agustín de la Hoz.

En esta expedición, realizada en la década de los sesenta, se hallaron varios restos de cerámica andaluza de los siglos XV y XVI que también pueden contemplarse en las fotografías. Años después de las instantáneas se iniciaron los trabajos de La Cueva de los Verdes, tal y como la conocemos hoy.

Los colectivos, entidades públicas y privadas que deseen exponer en sus locales o salas de exposición esta muestra, deberán contactar con el Cabildo de Lanzarote a través del Servicio de Patrimonio Histórico (teléfono 928 81 01 00, ext. 2349 ).

jueves, 29 de agosto de 2013

El Himalaya de la espeleología


El Grupo Espeleológico Matallana inicia la campaña 2013 en Picos de Europa con el objetivo de alcanzar los ansiados menos mil metros de profundidad en dos de las cavidades más prometedoras que han explorado nunca.. 

En pleno corazón de Picos de Europa y a unos 1.850 metros de altitud se encuentra la vega de Liordes, un oasis verde en medio de un mundo calizo. Desde el sábado pasado, el Grupo Espeleológico Matallana (GEM) ha montado allí un campamento base desde el que explorar las numerosas cavidades de la zona.
A pesar de la fama del parque nacionalmucha gente desconoce el inmenso potencial subterráneo de Picos de Europa. De las 95 simas que superan la cota de los menos mil metros de profundidad en todo el mundo, más de veinte están en España, muchas de ellas en Picos. «Lo han dicho geólogos y expertos, no lo decimos nosotros porque seamos de León: Picos de Europa es el Himalaya de la espeleología».
El GEM, que se acerca a su cincuenta aniversario, lleva desde la década de los setenta explorando allí. Es el único grupo de León con asignación en Picos, que «es una zona muy añorada por el colectivo espeleológico».
Alrededor de Liordes hay más de 300 cavidades, la mayor parte de desarrollo vertical, que el GEM ha catalogado y en su mayoría topografiado y situado con precisión mediante GPS. Pero pocas destacan por su desarrollo y profundidad a excepción de La Horcadina (L6, con -803 metros de profundidad), Los Mandriles (L175, -200 metros) o El Sumidero (L0, -170 m.). El GEM lleva años luchando por llegar hasta los menos mil metros, y hasta entonces la suerte ha sido esquiva. Tanto en La Horcadina como en La Oliseda (-806 m.) se quedaron a las puertas, pero entre los años 2002 y 2003 las cosas empezaron a cambiar con la localización de La Monda y de Torca Magali, que a -400 metros desembocó en la sima de La Cornisa y formó el sistema de La Cornisa-Torca Magali, que con 1.508 metros de profundidad es la novena sima más profunda del mundo.
Los dos grandes objetivos de esta campaña son la TC4 y la L652, conocidas también como Torca Marino y La Monda. En la primera, la punta de exploración se sitúa actualmente en -943 metros, con dos incógnitas y buenas posibilidades de continuación. Pero las mayores expectativas están en La Monda, con una profundidad explorada de más de -800 metros y con una evidente continuación en un pozo de unos veinte metros. «Llevamos menos profundidad que en la TC4, pero La Monda tira para abajo», explica Vicente, esperanzado, después de pasar más de cinco horas dentro de la sima junto a otras dos personas. Al terminar la campaña del año pasado se quedaron en un meandro «muy difícil de progresar» y se está planteando montar en él un pasamanos. Vicente cree que «hay que hacerlo, La Monda va a seguir bajando y habrá que montar otro campamento a más profundidad y bajar mucho material».
En Torca Marino se ha descendido cien metros más abajo que en La Monda, pero las expectativas son menos alentadoras. A finales de la pasada campaña se constató que el sifón situado en la punta de exploración, en el Pozo del Ventilador, es impenetrable. A pesar de ello, en la parte superior del pozo se encontró una grieta abierta en dirección norte que puede ser una posibilidad de continuación.
Además de explorar estas dos simas, el GEM quiere revisar antiguas cuevas bloqueadas por nieve o hielo, ampliar el reconocimiento exterior de la zona para la localización de nuevas cavidades —especialmente en Hoyo Chico, Hoyo del Sedo y Peña Remoña— y relocalizar y resituar aquellas que tengan georreferencias antiguas. También se quiere retomar los reconocimientos en los alrededores de las Torres del Jou la Llera para confirmar los indicios de las ortofotos de satélite y encontrar entradas superiores a la TC4, a la que ahora se suele acceder desde Caín «porque se tarda lo mismo y es menos peligroso».
Otro activo de la zona de Picos es el tipo de piedra. La caliza es «como estropajo» y agarra con cualquier tipo de suela, incluso cuando los espeleólogos llevan botas de agua. En algunos casos, las aristas son tan afiladas que se puede cortar cuerda frotando contra ellas.
El presidente del GEM afirma que «la espeleología es un deporte tan completo como la natación, utilizas casi todos los músculos del cuerpo. Después de cincuenta horas dentro de una cueva sales frayao, te duelen hasta las pestañas». Vicente está de acuerdo: «Esto es muy duro, te tiene que gustar mucho». Pero a pesar de ello, los miembros activos del GEM no dudan en coger días libres o incluso vacaciones para explorar en la zona de Liordes. «Yo me cojo vacaciones y vengo aquí. ¿Dónde voy a estar mejor?», se pregunta Merche. Porque aparte de la espeleología, el ambiente que se respira en el campamento es un componente importante, y no dudan en calificar al grupo como «una familia».
«Lo bueno de la espeleología es el compañerismo», explica Javier. «La pregunta que más se hace en la cueva es ‘¿qué tal vas?’». Vicente añade que «desde pequeños, en el colegio, nos están metiendo en la cabeza el rollo competitivo. Pero la espeleología no va de eso, compites contra ti mismo. Aunque ahora se hacen competiciones de espeleología, que me parece algo ridículo, simplemente para recibir subvenciones».

Los cristales gigantes de Naica






A más de 50 grados de temperatura y 300 metros hacia el interior de la Tierra, la serranía de Naica -México- se transforma en un palacio de cristal.









La Cueva de los Cristales de Naica, es uno de los principales atractivos naturales del sureste de Chihuahua, en México. Pero acceder a ella no es una tarea apta para todos los curiosos. La humedad del lugar y las altas temperaturas -de más de 50 grados centígrados- son un precio demasiado alto para acceder a este lugar en el que las entrañas del planeta han quedado convertidas en un palacio de cristal.
Los cristales de Naica se encuentran a unos 300 metros bajo la superficie terrestre y forman un variopinto conjunto de formas. La selenita, un material brillante y transparente conocido también como ‘piedra de luna’, inunda las cavidades de esta cueva que se ha ido formando durante cientos de miles de años en el interior del planeta.
Pero el ser humano no está preparado para admirar tanta belleza: más de dos horas en el interior de la Cueva de los Cristales le supondrían la muerte. Las temperaturas superan en ocasiones los 50 grados centígrados y la humedad del lugar oscila entre el 90 y el 100 por cien. La existencia de la mina de Naica se conoce desde finales del siglo XVIII, en el que se inició su explotación. Pero la verdadera riqueza del lugar está no solo en sus minerales, sino en lo que en ellos se puede encontrar: interesantes restos fosilizados, depósitos y polen adherido a los cristales que pueden contener restos de ADN y permitir un estudio más en profundidad de la evolución en esta zona del planeta.
La gran geoda de paredes rojizas que contiene estos enormes cristales -algunos de más de seis metros de longitud-, se divide en varias secciones con nombres tan atractivos como 'El ojo de la reina' –porque al contacto con la luz artificial sus paredes brillan como un diamante- o 'La cueva de las velas' -porque lo cristales adoptan una tonalidad más perlada, similar a la de las velas-.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Que esconde Gibraltar en sus seis kilometros

El Peñón tiene una Reserva Natural con cuevas, túneles y muchos monos

Qué esconde Gibraltar en sus seis kilómetros de largo
Mucho estos días se está hablando de Gibraltar, un enclave de apenas seis kilómetros que guarda sus secretos en el interior de El Peñón, una enorme formación rocosa de hace millones de años y que atrae a miles de visitantes curiosos por conocer algo más de este territorio británico en el que resulta singular oír hablar a sus gentes inglés con marcado acento andaluz. Pero ¿qué hay realmente en Gibraltar?
Tras cruzar la frontera con España, a la que está conectada mediante un istmo de unos 2 km de longitud, el visitante llega, - no sin antes atravesar literalmente la pista del aeropuerto- hasta el centro de la ciudad.
El punto de partida es Casemates Square. Esta plaza donde estaban los antiguos cuarteles y se almacenada la munición es hoy en día una transitada zona con tiendas de artesanías, cafés, y restaurantes que da paso a la calle Main, el eje principal y peatonal de Gibraltar. Sus 600 metros son un paseo obligado para contemplar los edificios que parecen haberse detenido en el tiempo con sus características ventanas de maderas de estilo típicamente inglés y balconadas de hierro forjado.
Qué esconde Gibraltar en sus seis kilómetros de largo
A pie de calle, las tiendas, muchas de ellas regentadas por hindúes, son el principal reclamo turístico. El tabaco, alcohol, chocolate, informática y artículos de joyería se puede adquirir a buenos precios al estar libres de impuestos.
Para quienes gustan de visitar monumentos son de especial interés la catedral católica de Santa María Coronada y la anglicana de la Santísima Trinidad o el Palacete de los Juzgados.

RESERVA NATURAL DE LA ROCA

Qué esconde Gibraltar en sus seis kilómetros de largo
Pero la visita al Peñón no termina en sus calles. En la mitad superior de la roca está la Reserva Natural, un área protegida donde se encuentra algunos de los lugares más importantes como la Cueva de San Miguel, los Túneles del Gran Asedio, el Castillo Árabe y la Guarida de los Monos. El acceso a esta zona, que es de pago, se puede realizar en coche o bien en teleférico y los macacos serán sus altaneros compañeros de visita.

CUEVA DE SAN MIGUEL

Qué esconde Gibraltar en sus seis kilómetros de largo
La cueva de San Miguel es la más grande e impresionante de las más de 150 que tiene el Peñón. Una de las maravillas es la Sala de la Catedral, llamada así porque las formaciones minerales de sus paredes recuerdan los tubos de los órganos de una Catedral. También destaca la famosa Cueva de Leonora, que se creía que llegaba hasta África y era el enlace subterráneo por el cual los monos llegaron a Gibraltar.

TÚNELES DEL GRAN ASEDIO

Qué esconde Gibraltar en sus seis kilómetros de largo
Los túneles del Gran Asedio son galerías de hace 200 años que fueron excavadas a mano con palas, cinceles, martillos y explosiones de pólvora para defenderse de posibles ataques españoles. Hoy en día son más un «parque temático» que reproduce lo que significó la construcción de los mismos con figuras -movimiento y sonido incluido- que muestran la dureza del trabajo en las galerías que fueron terminadas a mediados de 1783. En el colofón del túnel se encuentra laSala de San Jorge, donde la leyenda cuenta que Lord Napier ofreció un banquete al General Ulysses S. Grant, 18º Presidente de Estados Unidos.

EL CASTILLO ÁRABE

Qué esconde Gibraltar en sus seis kilómetros de largo
Del castillo árabe original, construido en el siglo X, no queda mucho en pie, tan solo la «Torre del Homenaje» reedificada en el siglo XIV y que en la actualidad puede ser visitada en su interior gracias a una reciente restauración.

LA GUARIDA DE LOS MONOS

Qué esconde Gibraltar en sus seis kilómetros de largo
La Guarida de los Monos se encuentra justo en mitad de la Cima de la Reserva Natural del Peñón. No se trata de ninguna cueva sino de un saliente en la carretera donde los animales suelen pasear y los turistas pueden contemplar a esta especial animal en su propio medio. Cuenta la leyenda que si los monos desaparecen de Gibraltar, también lo harán los británicos, razón por la que durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el número de monos disminuyó, Wiston Churchill ordenó trasladar nuevos ejemplares desde el Norte de África.

Dónde Alojarse en el Peñón

martes, 27 de agosto de 2013

Descubiertos nueve insectos que habitan en cuevas de la cuenca mediterránea


su cuerpo es casi trasparente, son ciegos y amplian hasta 21 el numero de especies del género "coletinia" descritas en el mundo

Su pequeño tamaño 10 milimetros, fragilidad y hábitat tan peculiar dificultan su estudio
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en colaboración con el Museo Valenciano de Historia Natural y científicos de otras universidades, han descubierto nueve especies de insectos que viven en cuevas situadas desde Cádiz a Tarragona.
Según ha informado la UAB, los nuevos insectos han aumentado de 12 a 21 las especies del género «Coletinia» descritas en el mundo. Asimismo, el hallazgo ha permitido a los autores la revisión del género en lapenínsula ibérica, donde se conocían solo cuatro taxones.
Los «coletinia» son unos insectos de pequeño tamaño -la mayoría de especies no llegan a los 10 milímetros de longitud- que viven en cuevas. Por eso, normalmente, están poco pigmentados (algunos son casitransparentes) y ciegos.
Aunque pertenecen a otra familia, son del mismo grupo (Orden Zygentoma) que los pececillos de plata (Lepisma saccharina), popularmente conocidos como «cortapichas».
Los investigadores han señalado que las características de pequeño tamaño, fragilidad y hábitat tan peculiar de estos insectos hacen que no sea fácil estudiarlos.

Quién y dónde

Los nueve nuevos insectos reseñados son: la Coletinia herculea(endógeno de Cádiz), la Coletinia verginata (oriundo de las montañas cálcicas de la Sierra de Gádor, Almería), la Coletinia calaforrai(localizado en karst de yesos en Almería), la Coletinia intermedia (ocupa las cuevas de Murcia y Alicante), la Coletinia diania (encontrado al norte de Alicante), la Coletinia longitibia y la Coletinia tesella (llevan vidas de animales trogloditas en Valencia), la Coletinia redecta (inquilino de las cuevas de Castellón) y la Coletinia hernandoi (endémico de Tarragona).

lunes, 26 de agosto de 2013

El Gobierno recurre a voluntarios tras la ruptura del convenio con Espeleosocorro


El Ejecutivo prepara un convenio con la Federación de Espeleología, sistema similar al que se sigue en otras comunidades???



Los 14 agentes de los Greim que penetraron en la cueva de Soba para rescatar a  los cuatro espeleólogos contaron con el apoyo de ocho voluntarios, espeleosocorristas particulares que fueron requeridos para contribuir con las labores de búsqueda el mismo martes, cuando la Guardia Civil llevaba ya casi tres días rastreando las cavidades. «Son voluntarios que colaboran habitualmente en rescates de espeleología», explicaron ayer desde la Consejería de Presidencia y Justicia, y no un grupo de espeleosocorro que dependa del 112 como tal. Los rostros de los Greim, acompañados de los dos voluntarios de Santoña y los dos ramaliegos que entraron por Rubicera fueron los primeros que vieron Alfonso y Joaquín después de cuatro días bajo tierra.
La necesidad de llamar a estos voluntarios ha devuelto al debate público la ruptura del contrato del Gobierno con el grupo Espeleosocorro Cántabro (Esocán), que desde 1998 y hasta marzo de 2012 era movilizado por el 112 para organizar y ejecutar rescates en cuevas, a cambio de una aportación anual de 6.000 euros para sufragar gastos de la propia estructura y un coste por espeleorrescatador de 41 euros por hora, cantidad que sólo cobraban si intervenían en un operativo. Roto el acuerdo con Esocán, ahora nadie cobra por participar en espeleorrescates. Tampoco los ocho voluntarios llamados el martes. El excoordinador de Esocán, Martín González, ha hecho cuentas: el operativo de Soba hubiera costado al Gobierno un máximo de 9.000 euros con Esocán (6.000 euros de anualidad y unos 3.000 euros en horas de rescate), «lo que ha costado sólo el helicóptero». Esocán tenía su base en Ramales y contaba con unos 80 voluntarios, entre «bomberos, guardias civiles, deportistas…», y gente oriunda de la zona, «que aportaba como valor añadido el conocimiento del medio», añadió González.
Preguntado sobre los motivos de la ruptura con Esocán, el director general de Protección Civil, Alberto Cayón, indicó que existían «defectos administrativos, principalmente el que los rescates los realizaba una empresa, Zalama, mediante contraprestación económica, cuando en realidad los ejecutaban voluntarios», además de asegurar que el Gobierno propuso al representante de esa empresa buscar otras fórmulas de colaboración, como un convenio, «pero decidió romper unilateralmente».
Sin embargo, insiste en que la desaparición de Esocán no ha cambiado la relación del Gobierno con los voluntarios. «Al revés, se ha trabajado más estrechamente», tanto en planes formativos como en simulacros o incluso rescates como el de Soba. Además, anuncia que el Ejecutivo ha iniciado los trámites para celebrar el primer convenio de colaboración con la Federación Cántabra de Espeleología. Este acuerdo responde a esa intención de «buscar la fórmula de colaboración, que permite contribuir económicamente para dotarse de materiales y puedan seguir formándose», afirma, un modelo vigente en comunidades como Aragón, País Vasco, Navarra o Andalucía.
En cuanto al coste del rescate de Soba, Cayón dice que «estando en juego la vida de cuatro personas no se ha escatimado ningún esfuerzo económico, como muestra el amplio dispositivo de búsqueda desarrollado».

sábado, 24 de agosto de 2013

Nueva amenaza para la Sierra del Castillón de Casares.


Las piedras que está usando Gibraltar salen de una cantera de Casares






Ecologistas en Acción alerta de la amenaza que el yacimiento supone para el Karst de la zona malagueña de la Sierra de la Utrera


La ONG Ecologistas en Acción informan de que la extracción de piedra de la cantera situada en Casares, que abastece al Peñón de Gibraltar, supone una amenaza para el entorno natural de la zona del Karst de la Sierra de la Utrera y por ello, junto con otros grupos y particulares, reclaman la conservación de la zona como paraje natural.

La Sierra de la Utrera, en el término municipal de Casares, es el Karst más meridional de toda Europa, con 500 hectáreas de superficie de alto valor biológico, geológico, histórico y geofísico y una zona que alberga fósiles singulares y vestigios de población humana desde el Paleolítico. Allí se encuentran colonias de especies protegidas, como alimoches, águilas perdiceras o nutrias, y formaciones vegetales poco comunes. Un área en el que se han inventariado más de un centenar de cavidades para la espeleología.

La ONG insiste en que la pervivencia de este lugar se ve amenazada por una cantera de roca caliza, donde la compañía General de Canteras es la responsable de la explotación, situada ésta en Manilva. Ecologistas en Acción informan de que la extracción de piedra, que lleva décadas, se volvió más agresiva hacia el año 2006, al realizarse la explotación en superficie, frente a una explotación en profundidad menos agresiva; la necesidad de un material menos noble para hacer los rellenos, que es para lo que, supuestamente, se utilizan en Gibraltar, llevó a este cambio.

La presión de la Plataforma de Conservación de la Sierra de la Utrera ha logrado avances en la protección del lugar. La compañía no pudo renovar la concesión de una de las partes en las que se divide la cantera, aunque sí lo pudo hacer en la otra. Últimamente las voladuras han sido limitadas para proteger una cueva de especial interés.

«Una protección bastante limitada»

La Sierra de Utrera fue incluida en el Plan de Ordenación del Territorio (POT) de la Costa del Sol y declarada «zona de interés territorial», una figura de protección bastante limitada.

Recientemente la zona, exceptuando la cantera, ha sido propuesta como «paisaje protegido», medida sobre la que deberá decidir la Junta de Andalucía. Ecologistas en Acción consideran que la defensa de un lugar tan singular no debe quedar ahí, sino avanzar hacia una protección más eficiente como la de paraje natural. También informaron que deben tomarse medidas para salvaguardar el Karst, más aún cuando sus piedras se están utilizando para ganar terreno al mar. Para la ONG resulta importante destacar que la protección del medio ambiente debe ser firme.
 


miércoles, 21 de agosto de 2013

Rusos y españoles exploran las cuevas más profundas de la Tierra



En 1864 Julio Verne narraría lo que es hoy la aventura del grupo Cavex: un viaje al centro de la Tierra en busca de la sima más profunda. 





Este equipo internacional de exploraciones subterráneas ha conseguido el récord mundial de profundidad. El espeleólogo español Sergio García-Dils y su compañero ruso Denís Provalov son los principales investigadores. Esta semana comienzan una nueva expedición. En esta ocasión irán acompañados de Jesús Calleja, famoso alpinista y presentador del programa de aventuras 'Desafío Extremo'.
Cuando el grupo Cavex comenzó su andadura, el récord del mundo en profundidad se situaba en la cueva Jean Bernard de los Alpes franceses.  1.602 metros de profundidad era hace dos décadas la cifra máxima alcanzada en el ámbito de la espeleología. Nadie superaba esta marca.
Entonces, en 1995, de la mano del espeleólogo Alexander Klimchuk se creó Cavex, con el objetivo de reunir a un grupo de espeleólogos dedicados a la exploración de grandes cavidades verticales.
En un congreso improvisado de la Asociación Espeleológica Ucraniana se produjo la  selección de sus miembros. Sergio García-Dils resultó ser uno de los jóvenes afortunados: “En aquella etapa entré en contacto con el Cavex Team durante una beca de doctorado en la Universidad Estatal de Moscú. A partir de ese año empezamos la primera búsqueda de la caverna más profunda”. 
En el caso de Denís Provalov el contacto se estableció por ser profesor en esta misma Universidad. “Entré en este grupo de casualidad. Nunca pensé vivir experiencias tan increíbles. Ya son casi 20 años de espeleología juntos”, afirma.
La formación del Cavex se nutre en cada nueva aventura de diferentes colaboradores. Cincuenta espeleólogos han sido los elegidos para la nueva edición en el descenso de la Krubera-Voronya. 
El inicio de la aventura, el macizo de Kanín
El primer acercamiento a la fantasía de Julio Verne comenzó en el macizo de Kanín, en los Alpes julianos de la zona de Eslovenia. El grupo tenía la intención de explorar la sima Skalarjevo Brezno que superaba los 1.000 metros.  En aquella fecha el Cavex Team centró su interés en esta zona, donde ya desde 1994 se sucedieron varios récords mundiales en la categoría de expediciones verticales.
García- Dils recuerda, aún inexperto, aquella primera experiencia. “Llegar hasta esta cueva suponía cavar la entrada diariamente. Se cubría de nieve con suma facilidad al estar al lado de una ladera de montaña”. 
El tránsito del refugio, que se encontraba en la superficie, hasta la sima era muy complejo. Provalov recuerda “las temperaturas extremas, a 26 grados bajo cero, como una de las experiencias más complicadas que ha vivido junto al Cavex”. 
La aventura hispano-rusa
En 1996 el naciente equipo decidió emprender la primera expedición hispano-rusa. A varios miles de kilómetros de Eslovenia les esperaba la Sima Gesm o también llamada Sima de la Luz, en la Sierra de las Nieves, provincia de Málaga. Fue la primera aventura del Cavex en España, y contó con la financiación de la Federación Andaluza de Espeleología.
El proyecto se centró en el buceo de un complejo sifón a gran profundidad. Provalov rememora cómo lograron “un primer récord mundial al recorrer la mayor distancia de una galería inundada con complejos equipos de buceo”, instalando el campamento a -320 metros de profundidad. No consiguieron llegar a la parte seca de la cueva.
Sin embargo, en esta ocasión tampoco faltaron las anécdotas. García-Dils relata que “el final de la expedición fue verdaderamente de infarto. Faltaban 40 horas para el despegue del avión de vuelta a Rusia y todavía teníamos el vivac montado. Logramos llegar gracias a una jornada de trabajo interminable”. 



El gran récord: la cueva Krubera-Voronya
En medio del conflicto de Abjazia con la vecina Georgia, el equipo Cavex comenzó sus primeras indagaciones en la región del Cáucaso. No serían los primeros espeleólogos que pisaban la zona.
Alexander Kruber fue pionero en su interés por la morfología de estas cuevas en 1910. Estas cavidades de origen kárstico siguen causando interés 90 años después a los miembros del grupo Cavex. “Nadie imaginaba que alcanzaríamos la cota más profunda de una cueva a nivel mundial”. El récord de 2.197 metros lo alcanzarían después de varias expediciones en el año 2004.
El logro de esta meta histórica no contó con la financiación de ningún organismo. Tan solo en una edición la revista National Geographic ayudó con su patrocinio a la continuación del proyecto. Los propios investigadores financian actualmente sus viajes para conseguir su sueño: seguir explorando a máxima profundidad. Y seguidores no les faltan. El alpinista Jesús Calleja ha querido acompañarlos con su cámara en esta edición hacia el fondo de la cueva.
El último éxito, el hallazgo de nuevas especies
De todas las sorpresas que podían encontrar, el hallazgo de nuevas especies ha sido una de las más alucinantes. En el verano de 2010 se encontró en una pequeña gruta el ecosistema más profundo de la tierra. La especie fue bautizada con el nombre deCatops cavicis. Sus condiciones de vida a 1600 metros de profundidad son extremas. Un hallazgo único que permitirá en esta etapa recopilar muestras de esta fauna a -1400 y -2140 metros de la cueva.
En medio de tal abismo, García-Dils destaca que ni para él ni Provalov los récords nunca han sido lo más importante. Para estos aventureros es más fuerte la sensación de haber sido los primeros seres humanos que han pisado esta zona de suelo, única en el planeta Tierra.  

martes, 20 de agosto de 2013

Buenas noticias



 Los cuatro espeleólogos desaparecidos desde el sábado, han sido rescatados sanos y salvos.


Hace cuatro días que se internaron en una cavidad en el valle de Collado del Ason



La Guardia Civil ha rescatado a los cuatro espeleólogos desaparecidos el sábado por la mañana en una ruta por las cuevas de Acebo y Rubicera, en la zona del valle de Collado del Asón, en Cantabria. El Ministerio de Defensa había desplazado desde León a 57 militares y 12 vehículos del V Batallón de Intervención de Emergencias, que se unieron a la Guardia Civil, que comenzó las labores del rescate el domingo, después de que un colega de otro equipo diera el aviso.
Los cuatro espeleólogos son miembros del grupo Espeleo Minas y entre ellos está su presidente, Alfonso Gutiérrez Gómez, de 45 años. Los otros tres son Bruno Martínez Pledel, de 49 años, Isabel Carrillo Gil, de 33, y Joaquín Gómez García, de 32. El equipo comenzó la ruta Acebo-Rubicera el sábado por la mañana, un recorrido que dura aproximadamente unas 15 horas, según Martín González, un espeleólogo de la zona. González asegura que estas cuevas son unas de las más difíciles de recorrer de España porque "llegan a alcanzar los 950 metros de profundidad, hay pasos estrechos, zonas inundables y otras laberínticas".
Amigos cercanos de Gutiérrez y Martínez aseguran que son dos espeleólogos con más de 20 años de experiencia y que el motivo de esta excursión era "practicar con unos más nuevos", en referencia a Gómez y Carrillo. Ellos descartan que el grupo se haya perdido y apuntan a "problemas técnicos" como la causa de que aún no hayan salido: "Se les debe haber atascado una cuerda. Si no la recuperas no puedes pasar al siguiente pozo".
González, en cambio, considera que esta es la hipótesis menos probable, dada la amplia experiencia de los dos espeleólogos que guiaban la expedición. "Las otras dos opciones son que no hayan encontrado la salida en un paso estrecho o que se hayan despistado. Es una cueva dura y complicada, incluso para alguien con 30 años de experiencia".
La Guardia Civil ha desplegado un dispositivo de 14 efectivos de los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM), con el apoyo del puesto de Ramales de la Victoria, agentes de la compañía de Sabero y Protección Civil. Los agentes descendieron el lunes por las tres entradas que tiene el complejo de cuevas, Rubicera, Acebo y Mortero, pero no llegaron a finalizar la conexión. Se espera que realicen la ruta completa este martes.