.

.

jueves, 4 de septiembre de 2014

En el averno de agua

Un equipo de espeleólogos explora otros 130 metros del Pozo del Infierno, una sima inundada que recoge las aguas del Valle del Marqués




El agua a una temperatura entre 7 y 8 grados es suficiente castigo para quienes se adentran en el Pozo del Infierno, aunque el castigo no es tanto si se considera que el afán de conocimiento es el que mueve al equipo de espeleólogos, que viene de Burgos, de marcar otro récord en el Pozo Azul, donde han añadido otros 1.500 metros a los casi 10 kilómetros ya conocidos.
El británico Jason Mallison ha dirigido la nueva campaña en un sima burgalesa que el equipo —lo forman británicos, holandeses y españoles, entre los que se encuentra el leonés Pedro González— visita todos los veranos desde 2004, explica el especialista Xesús Manteca, que ha colaborado con el programa Al filo de lo imposible en sus reportajes sobre espeleología
El Pozo del Infierno es uno de los postres del verano. Los espeleólogos se internaron este viernes en la cueva, con Mallinson al frente y Pedro González, que vive de la aventura en Guheko, en un grupo ya más reducido para estas expediciones de cola. A última hora del día González señaló las dificultades del averno de agua, que desciende hasta 50 metros bajo la superficie. Ya se explora un segundo sifón de una cueva estrecha, en la que no caben los grandes equipos que usan en el Pozo Azul, donde incluso han instalado una línea de teléfono y se impulsan con torpedos.
En Vegacervera «hemos avanzado 300 metros en cinco años», explica González, que se muestra satisfecho por los 130 conseguidos y molesto con la avería del reciclador que le permite respirar bajo el agua una y otra vez el mismo aire.
El espeleólogo leonés quiere una campaña más larga en Pozo del Infierno para el año que viene. «Sabemos que el agua viene de un arrollo que desaparece en la Cueva de Moruquín —en la que se ha explorado más de un kilómetros—, situada a cinco kilómetros y a una altitud superior en 500 metros. Si logramos unir una y otra estaríamos ante un cuevón».

No hay comentarios: