El informe realizado para la consejería asturiana de Cultura concluye que carecen de interés
La cueva descubierta en Vidiago quedará sepultada bajo la Autovía del CantábricoFueron los vecinos de Puertas de Vidiago, una pequeña población asturiana cerca de Llanes, quienes alertaron de que las obras de construcción de la Autovía del Cantábrico habían dejado a la luz una preciosa cueva de estalactitas, estalagmitas y con restos de un rinoceronte lanudo del Pleistoceno. Varios espeolólogos certifican la belleza de la fosa pero, según ha podido conocer, la Consejería de Cultura maneja un informe que aconseja su cierre permanente.
La cueva de impresionantes estalactitas y estalagmitas hallada de forma accidental en las obras de construcción de la Autovía del Cantábrico... tiene los días contados. Según ha podido saber , el Gobierno de Asturias tiene ya sobre la mesa un informe que recomienda su sellado permanente. Al parecer, los técnicos no estiman que el descubrimiento sea lo suficientemente importante como para conservarlas y trastocar los planes de construcción de la A-8. Una opinión que no comparten algunos de los lugareños que han visitado el lugar.
“Es una cueva con zonas impresionantes”, asegura el fotógrafo ovetense Nacho García Cosío -acostumbrado a ver fosas subterráneas por su profesión- que ha cedido a este medio las imágenes que ilustran esta página. Según Cosío, la cueva posee dos bocas que abren paso a dos áreas de pendiente pronunciada y techos altos: una de 30 ó 40 metros de profundidad, hacia la derecha, que es donde han trabajado los geólogos; y otra hacia la izquierda, de unos 20 metros. Y las dos, salpicada de formaciones de agua filtrada que conforman un espectacular paisaje de estalactitas y estalagmitas.
La Asociación de Amigos y Vecinos de Llanes también ha visitado la cueva. Su presidente, Txomin Díaz, considera asimismo que son espectaculares. “Ahora que se ha levantado la liebre y hay repercusión de este asunto, dudo que vayan a volar la cueva. No se atreverán”, consideraba el líder vecinal de la localidad asturiana antes de conocer el dictamen técnico del Gobierno astur. “Les hemos pillado en off-side...”, consideraba Txomin sobre el hecho de que las autoridades hubiesen callado sobre el hallazgo hasta que apareció en los medios locales a mediados de julio.
“Un rinoceronte lanudo... y poco más”
El entusiasmo vecinal, sin embargo, parece no haber ablandado el análisis de los arqueólogos. “¿Una cueva espectacular? Tampoco es para tanto; en las fotografías parece bonita pero muchas estalagmitas están rotas”, considera por su parte José Luis Villaverde, el Director de Área de Fomento en Asturias. Para los técnicos que han trabajado en la sima, el único hallazgo importante son los restos de un rinoceronte lanudo [una especie extinta que habitó Eurasia en el Pleistoceno]. Los huesos de ese extraño ejemplar -solo existen tres en Asturias y 23 en toda España- ya han sido trasladados a la Universidad de Oviedo. “Sin más restos animales o humanos, la cueva pierde todo su interés”, apunta Villaverde.
El informe de los técnicos, coordinado por el arqueólogo Sergio Ríos, aún no se ha hecho público. Pero ya se encuentra sobre la mesa de la Consejería de Cultura. Su recomendación es que la cueva se entierre porque carece de valor más allá de los restos recuperados del rinoceronte lanudo. La Comisión Ejecutiva de Patrimonio determinará en los próximos días el sellado definitivo de la cueva, así que las estalactitas, estalagmitas y largos pasajes naturales de la cueva quedarán sepultados, tras un muro de escollera, bajo la autovía.
"Puede ser todo lo bella que quieran, pero no lo suficiente como para conservar su explotabilidad. Creo que todo el interés que tenía... ya se aprovechó”, asegura el responsable de Fomento en Asturias; “y tampoco es que la cueva sea tan espectacular como El Soplao. Su belleza es como la de cualquier otra fosa de las que hemos hallado por la zona”.
El futuro de la cueva es oscuro
Algunos como Nacho García Cosío intuyen un motivo oculto detrás de la decisión: “Supongo que habrá habido presiones para que no se paralice más la construcción de la autovía”, puntualiza el fotógrafo asturiano sobre un tramo, el que va desde Unquera hasta Llanes, que acumula un retraso de 16 años entre problemas de licitaciones, estudios de impacto ambiental y hallazgo de cuevas como ésta, muy habituales en la zona oriental astur. Y frenar de nuevo una obra que emplea a muchos trabajadores no parece tampoco lo más apetecible en el actual entorno de crisis y parálisis económica.
A Txomin Díaz, en todo caso, le alivia que se opte por bloquear la entrada y no volar por completo la cueva. “Si no la dinamitan, albergamos la esperanza de que alguien en el futuro decida reabrirla”, afirma. Aunque no parece que será el caso. “No hay divergencia política. Todos los partidos están de acuerdo en su cierre”, comenta José Luis Villaverde.
En la Consejería de Cultura aún no quieren hacer declaraciones sobre el asunto porque el nuevo director general de Turismo y Patrimonio Cultural del Principado, Joaco López, apenas tomó posesión de su cargo la semana pasada. “Es demasiado pronto para hacer valoraciones”, apunta un portavoz de la consejería. En todo caso, el futuro de la cueva, a la espera de la aprobación oficial del gobierno entrante, está decidido.
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