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lunes, 6 de octubre de 2014

"Si este accidente lo hubiera tenido en España no hubiera estado 12 días"







El espeleólogo aseguró en una rueda de prensa desde Perú que fue el primer accidente que sufre en su carrera, iniciada en 1992






Los médicos andinos que lo atendieron en una clínica peruana ya le permiten que viaje a España para continuar con su tratamiento. 

López recuerda que "lo pasé muy mal, con muchos dolores". 


El espeleólogo español Cecilio López Tercero, que permaneció herido 12 días en una cueva en la selva peruana, confesó este sábado que lo pasó muy mal tras su accidente y destacó que su rescate fue difícil por lo "innacesible" y porque es un lugar del que no se conoce nada, situado a 3.000 metros de altitud. En una rueda de prensa en la Clínica Anglo Americana, en la que permanece ingresado desde el martes, cuando llegó a Lima tras ser rescatado, López Tercero explicó la complejidad de su rescate tras sufrir un accidente el 18 de septiembre en la cueva Intimachay (Cueva del Sol, en lengua quechua), ubicada en Leymebamba, en la región selvática de Amazonas. Explicó que se dedica a la espeleología desde 1992 y que este ha sido su primer accidente, que "por desgracia" ha ocurrido "en uno de los peores sitios donde lo podía haber tenido", según dijo. El espeleólogo español señaló que la dificultad de su rescate se ha debido a que es una zona "muy inaccesible, se tarda muchísimo en llegar", es una "cueva en exploración de la que no se conoce nada", y en un país "donde no hay un grupo de rescate", por lo que los equipos especializados han tenido que llegar "del exterior". "Si este accidente lo hubiera tenido en una cueva en España hubiera sido mucho mas fácil porque el tiempo de acceso hubiera sido mucho menor y no hubiera estado 12 días", afirmó. Expertos de cuatro países En la difícil operación de rescate de López Tercero, que fue coordinada por el coronel Edgar Ortega, del Instituto de Defensa Civil (Indeci) de Perú, participaron unos 60 espeleólogos españoles y otros expertos de Italia, Francia y México, junto a unos 40 militares y bomberos peruanos.


Posiblemente hubiera podido morir por hipotermia y mi compañero me salvó la vida 


En la rueda de prensa, el director médico de la Clínica Anglo Americana, Raúl Cordero, dijo que López Tercero sufrió "una fractura incompleta de la vértebra lumbar tercera" que no ha afectado a su médula espinal, y que ya está "en condiciones de alta para seguir su tratamiento médico en España". López Tercero, que debe llevar ahora un corsé por prescripción médica, afirmó que "está mirando el tema de vuelos" y que regresará a España "en breve". Hasta que consiga un vuelo, López Tercero permanecerá en la clínica, según explicó Cordero. El espeleólogo español contó que el accidente ocurrió en el último día de exploración de la cueva en el que tenía previsto bajar hasta los cuatrocientos metros de profundidad, y que cuando iban a retornar, se cayó al suelo. "Lo pasé muy mal, estaba mojado, con fuertes dolores" y tuvo que esperar hasta que su compañero regresó; si no, "posiblemente hubiera podido morir por hipotermia y me salvó la vida", recordó. Su compañero le tapó como pudo y regresó cuatro horas y media después con un saco de dormir y comida. "Él durmió conmigo y, desde ese día, se iban turnando y no me dejaron solo", añadió. Agradecimientos López Tercero agradeció también a toda la gente que ha colaborado en el rescate, "al gobierno peruano, a la Embajada de España, al Ejército, a todo el mundo". El espeleólogo español sufrió el accidente durante una expedición del grupo Espeleokandil, con el que realizaba exploraciones periódicas en un grupo de cuevas del norte de Perú que contienen restos arqueológicos de la cultura prehispánica Chachapoyas.


En Perú nunca se había dado un rescate de espeleología y en España nunca habíamos tenido que hacer un rescate internacional


López Tercero explicó que viaja a Perú cada dos años en colaboración con el centro Mallqui y que está haciendo "trabajo de topografía de esta cavidad", que es la "segunda más profunda de Perú" y que las labores se centran, además de en la arqueología, en la topografía y la recuperación de la fauna de la zona. En la rueda de prensa también participaron Luis Díez, del grupo de Espeleosocorro de Madrid y coordinador técnico del rescate, Javier Le Pera, portavoz de la Federación Madrileña de Espeleología, y Sonia Guillén, investigadora del Centro Mallqui. Luis Díez explicó que tras conocer el accidente se pusieron en marcha y el día 23 tomaron contacto con Cecilio y, desde entonces, su equipo médico permaneció con él hasta su rescate. Díez relató que fueron desplazando desde España efectivos específicos para este tipo de rescate, porque es un sitio complejo y les llevó a hacer "un trabajo lento pero seguro". Por su parte, Javier Le Pera destacó: "En Perú nunca se había dado un rescate de espeleología y en España nunca nos habíamos encontrado con la situación de tener que hacer un rescate internacional".









"La vuelta de los rescatadores"





Cinco largos días quedan por delante. Avianca no ha facilitado en absoluto el retorno a casa. Ayer fuimos unos cuántos dispuestos a pagar la penalización para adelantar el vuelo, pero nos dijeron que no habían plazas. Días de incertidumbre. Sólo la conciencia tranquila hace que pesen un poco menos.
Gracias a todos por moveros como lo habéis hecho. Ahora sé que si en cualquier rincón del mundo me ocurre algo, no me sentiré desamparado. Tengo amigos que son unos valientes, que al igual que yo, no dudaron en abandonar sus trabajos y lanzarse al rescate de un compañero sin importarles las consecuencias. Ahora la dura realidad empieza a pesar. Con la tranquilidad de saber que Ceci ya está a salvo, afloran las circunstancias personales. Viajes perdidos con la familia, trabajos abandonados a su suerte, jefes que dejamos en España al límite del desafío, clientes que no entienden de rescates y ni les importan, familiares que dejamos en vilo, días que pasan lentamente y apuntamos en el debe de fin de mes.
Pero ha valido la pena.
Porque yo también soy Ceci.





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