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miércoles, 24 de septiembre de 2014

Se complica el rescate de Cecilio López-Tercero por sus lesiones

Foto que esta siendo utilizada por los compañeros  para dar nuestro apoyo a Ceci por las redes sociales
El madrileño, atrapado en una cueva peruana desde el 18 de septiembre, no podrá ser rescatado hasta el fin de semana según las previsiones más optimistas.
El rescate de Cecilio López-Tercero de la cueva de Perú donde resultó herido el 18 de septiembre será más complicado de lo previsto, según los compañeros españoles que han llegado hasta el espeleólogo, que en sus cálculos más optimistas prevén sacarle de allí este fin de semana.
Según ha explicado Jesús Serrano Pascual, presidente del Club Deportivo Geoda, al que pertenece López-Tercero, los primeros seis españoles que se desplazaron a Perú tras conocerse el accidente encontraron al espeleólogo madrileño animado pese al intenso dolor que sufre, que ha hecho que el médico que ha conseguido llegar hasta él le haya inyectado morfina.
En una primera exploración, y dentro de las muchas limitaciones que tiene el médico para determinar el alcance de las heridas, parece que López-Tercero no tiene dañada la médula y posiblemente tampoco las vértebras, pero podría tener rotas varias costillas como consecuencia de la caída desde cinco metros de altura que sufrió dentro de la cueva.
Con todo será necesario inmovilizarle completamente para sacarle de allí para evitar que, de haber alguna fisura o lesión que no se haya detectado, pueda provocar daños mayores.
Jesús Serrano ha especificado que los seis miembros de la Federación Madrileña de Espeleología que viajaron a Perú el día 19 para ayudar en su rescate han hecho una primera valoración de la cueva y creen que el rescate será más complicado de lo que en un principio esperaban.
Está previsto que mañana lleguen a la cueva otros diez espeleólogos que salieron de Madrid ayer lunes, lo que elevaría el número total de personas que se encuentran allí hasta unas 30.
Un equipo que en opinión de Jesús Serrano podría quedarse corto, ya que los seis primeros en llegar al lugar estiman que harían falta unas 45 personas para rescatarle, especialmente el día en el que se proceda a sacarle de la cueva.
Serrano ha explicado que hay equipos de expertos preparados para salir desde Brasil y México, aunque no podrán hacerlo hasta que Perú pida ayuda, algo que no se ha producido aún.
También hay preparadas 50 personas de la Unidad Militar de Emergencias (López-Tercero fue instructor de muchos de sus miembros, además de amigo personal de algunos de ellos) que están en prealerta desde el domingo, con un helicóptero y un avión Hércules preparado para salir a la espera de que lo autorice el Gobierno español.
En este sentido, Jesús Serrano se ha lamentado de que el Ministerio de Asuntos Exteriores no haya ofrecido ayuda, "ni siquiera se ha dignado a contestar" a las peticiones de los espeleólogos españoles, que sólo han sido atendidos por el Consulado de España en Perú.
De hecho, personas del entorno del espeleólogo han iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change.org para que Exteriores "movilice los recursos necesarios para rescatarle".
Hasta que se cuenten con todos los medios materiales y personales, los espeleólogos que se encuentran allí están trabajando ya para preparar la cueva para el rescate.
Así, se comenzarán a colocar cuerdas y poleas en las zonas verticales de la cueva para izar la camilla y a los espeleólogos que suban junto a él para evitar que se golpee con las rocas, y en los tramos horizontales se abrirán los pasos más estrechos para facilitar la salida.
A la espera de que se produzca el rescate, los compañeros que están con él -tres personas permanecen a su lado permanentemente- están valorando la posibilidad de trasladarlo a otra zona de la cueva donde pueda estar más cómodo.
El lugar donde sufrió la caída se encuentra a 400 metros de profundidad, dentro de la cueva de Inti Machay, en la región amazónica de Perú, en el distrito de Leymebamba.
López-Tercero se encontraba dentro de la cueva como miembro de una expedición formada por nueve espeleólogos, entre los que hay mexicanos, franceses, italianos y otro español más, y se da la circunstancia de que el herido es el único que es socorrista.

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