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sábado, 16 de noviembre de 2013

Histórica Cueva de la Orquídea




La Cueva de la Orquídea es uno de

 los atractivos turísticos de la capital

 xalapa






Hace 60 mil años, con la erupción del Macuiltépetl y los ríos de lava que se produjeron, nació la Cueva de la Orquídea, llamada así porque en el exterior el magma adoptó la caprichosa forma de esta exótica flor cuando una burbuja llena de gases explotó al formarse la bóveda de este monumento natural.
Así lo explicó Vianey Rodríguez Hernández, guía de este atractivo turístico ubicado en las faldas de un antiguo volcán en la avenida Miguel Alemán, de esta capital; destacó que esta cavidad es única en el país porque se encuentra dentro de una ciudad.
Antes del recorrido, corto pero interesante, las encargadas entregan un casco a todos los visitantes, que deberán usar calzado cómodo y que no resbale, y explican las medidas básicas de seguridad.
Cuando desciendes los escalones de acceso, da la impresión de entrar en un mundo mágico, debido al rayo de luz que entra por la cavidad en forma de orquídea, el cual contrasta con la obscuridad de la cueva. La primera cavidad es un espacio amplio, de hasta 15 metros de altura y las rocas simulan estar engarzadas en precario equilibrio.
Presidiendo este espacio hay un pequeño montículo que se asemeja a un altar de culto, puesto que en ese espacio es donde se cierne la luz del sol a través de la oquedad del techo; es precisamente en este lugar, donde los integrantes del recorrido suben y buscan la forma de la orquídea, vana tarea, puesto que sólo es apreciable desde el jardín exterior.
La guía comenta a los visitantes que la cueva tiene 70 metros de largo hasta donde hay acceso, el ancho varía entre 15 y 30 metros y el espesor del techo es variable.

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