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sábado, 13 de julio de 2013

El interior de la Cueva Pintada se remonta a los siglos XI y XIII

Gracias a las nuevas tecnologías, por primera vez, se pone fecha a su antigüedad a partir de unos miligramos de muestras



A diferencia del poblado circundante, que sí cuenta con más de cuarenta dataciones obtenidas a través de distintos métodos, los especialistas que hasta ahora habían estudiado la Cueva Pintada de Gáldar cuyo Museo y Parque Arqueológico gestiona el Cabildo de Gran Canariano habían podido datar con exactitud la antigüedad de la gran cámara policromada al carecer de evidencias orgánicas suficientes para ello.
Los trabajos realizados hasta la fecha establecen para el conjunto una cronología general bastante más amplia (entre los siglos VI y XVI), pero «los avances técnicos de los últimos años nos han permitidoacotar de forma fiable el momento en el que se produjeron las actuaciones que otorgaron su aspecto actual a la Cueva», según el coordinador general de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos de la Corporación insular, Larry Álvarez.
Para la realización de los estudios que han permitido obtener estos interesantes resultados sobre el interior de la Cueva, se tomaron de allí muestras muy pequeñas, de apenas unos miligramos de peso, de maderas quemadas procedentes de los morteros con los que, en su día, fueron acondicionadas las paredes de toba.
“Todos estos análisis son destructivos, la muestra que sacas no la puedes volver a analizar”, explicó Iñaki Saénz, director de la Cueva Pintada. “Los restos que habían en las paredes eran minúsculos y de haberlo hecho antes, se hubiera desperdiciado la muestra”, matizó.

Muestras fiables

De esas muestras, las dos más antiguas corresponden a madera de pino y ofrecen una horquilla cronológica (las dataciones obtenidas con este método siempre ofrecen un intervalo, nunca una fecha exacta) que va del año 601dC. al 994 dC.
La antigüedad de la tercera muestra, que sin duda es la más fiable al haber sido obtenida de un carbón de la familia de las lauráceas, a la que pertenecen especies menos longevas que el pino, se remonta al período 1049 dC.-1257 dC., de ahí esas fechas situadas entre los siglos XI y XIII.
La determinación específica de los fragmentos, que ha permitido establecer a qué especies correspondía cada uno de ellos, fue llevada a cabo en el laboratorio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con sede en Madrid, mientras que la financiación de los análisis fue posible gracias a la inclusión de la Cueva Pintada entre los yacimientos estudiados en el marco de un proyecto de I+D+i del Gobierno de Canarias, en colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

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