La sal y la energía azul

Existen muchas maneras de aprovechar las renovables para generar electricidad, sin embargo no dejan de sorprendernos los nuevos avances. Esta vez la responsable de la creación de energía es la variación del nivel de sal entre ríos y mares. ¿Quieres saber cómo?

La electricidad y la sal

El proceso consiste en cuatro sencillos pasos que tienen lugar dentro de una batería. Primero se llena de agua dulce y mediante unos electrodos se carga de electricidad, después se va llenando poco a poco de agua marina que automáticamente adquiere dicha electricidad. Por último, vuelve a los electrodos lista para ser utilizada.
Gracias a una investigación de la Universidad de Stanford se ha descubierto este nuevo sistema. Hasta ahora se habían utilizado en estos procesos unas membranas muy costosas y frágiles, pero ahora el método se ha simplificado y se ha conseguido un mejor rendimiento. Se ha llegado a alcanzar un 74% de rendimiento a la hora de convertir el potencial en energía real. Sin embargo ambas vías de investigación siguen abiertas, tanto con membrana como sin ella.
Los principios son duros

Cuando se comienza un proyecto se requiere mucha dedicación para perfeccionarlo, a pesar de que este sistema ha conseguido un alto nivel de conversión, los investigadores han concluido que con unas ligeras modificaciones se puede conseguir hasta un 85% de efectividad.

Lo mejor es que las previsiones de esta nueva modalidad, conocida popularmente como energía azul, son muy favorables. La causa de que reine este optimismo es porque se ha calculado que si en todas las desembocaduras de los ríos del mundo se implantase el sistema, se podría llegar a cubrir más de una décima parte de la energía mundial.

Fuente de energía limpia e "ilimitada"
Realmente parece que el agua salada sea infinita y podremos aprovecharla en este tipo de energía para siempre, de hecho el agua de mares y océanos ocupa tres cuartas partes de la superficie del Planeta, lo cual es algo muy concluyente. Lo que realmente limita la expansión de esta técnica es la escasez de agua dulce, ya que depende de ella para funcionar.
La parte positiva es que se trata de un método muy sencillo que permite una fácil implantación. Además los propios elementos de la batería están pensados para favorecer al entorno, por ejemplo el electrodo positivo es de dióxido de manganeso que es un material muy sostenible.
¿Sabías que…?
La idea de producir electricidad a través de la diferencia salina se remonta a los años 50