Un año y medio después de que entrara en vigor el decreto que establece el cobro del rescate a las personas que hayan cometido una imprudencia, el Departament d¿Interior ha avisado de que aplicará la tasa sin contemplaciones. Por ahora nadie ha pagado, algo que el propio conseller Joan Puig reprochó hace unos días a su antecesor, Joan Saura, porque en su opinión "el año pasado hubo casos que se podrían haber cobrado y no se cobraron".
Un esquiador que fue alcanzado el domingo por un alud en Masella (Cerdanya) y cuatro jóvenes de Castelló de Empúries (Alt Empordà) atrapados ese día por el río Muga cuando intentaban cruzarlo en coche tienen muchos puntos de ser los primeros en costear su salvamento, ya que Puig confirmó que "se han iniciado los trámites para aplicar la tasa correspondiente".
En ambos casos se les podría reclamar el cobro por incumplir presuntamente uno de los tres supuestos incluidos en el decreto, el que se refiere a desoír una señalización en la que se indica que hay un peligro (los otros son llamar a emergencias de forma injustificada y no llevar el equipamiento adecuado).
El esquiador se saltó supuestamente un cartel que desaconsejaba pasar, mientras que los jóvenes de Castelló de Empúries circularon por un camino donde la policía local había tenido que recolocar 14 veces las vallas que prohibían el paso porque la gente se las saltaba. Muchos conductores lo hacían para coger un atajo y evitar un control de alcoholemia.
Más de 18.000 euros
En este último caso, teniendo en cuenta el coste de los servicios establecidos en el decreto y que participaron nueve bomberos y cinco vehículos durante más de una hora y media, los implicados tendrían que abonar cerca de 700 euros. Al esquiador, en cuyo rescate participaron 35 bomberos, 10 vehículos y 2 helicópteros durante varias horas, no le saldría tan barato : debería pagar unos 18.000 euros.
Por otra parte, Interior confirmó que estudia si conviene seguir aplicando la tasa o si es mejor eliminarla y multar a los imprudentes.
Los operativos que han realizado los Bomberos este pasado fin de semana por imprudencias de ciudadanos serán costeados, por primera vez, por los propios rescatados.
Se trata de cuatro jóvenes de Castelló d'Empúries (Girona) que tras una noche de fiesta intentaron evitar un control policial cruzando un paso sobre el río Muga y el del esquiador de Barcelona que se adentró en un lugar fuera pistas en la estación de Masella pese a la alerta por aludes y que, finalmente, quedó atrapado. Ambos incidentes han sido calificados por el Departamento de Interior de "imprudencias flagrantes", por lo que serán los primeros rescates en ser cobrados.
Paradójicamente, será el Govern de CiU el que aplicará, por primera vez, la Ley que aprobó la Generalitat cuando Interior estaba bajo las órdenes de Joan Saura (ICV). Esta ley prevé cobrar los rescates hechos por los Bomberos de la Generalitat o Protección Civil en el caso que deriven de negligencias o imprudencias. Hasta el momento, tras evaluarse y valorarse todos los casos acontecidos, todavía no se había considerado nunca que ninguno de los casos entrara dentro de los parámetros para efectuar el cobro, a pesar de que a modo informativo se mandaba la factura.
Tanto el Conseller de Interior, Felip Puig, como el director general de Protección Civil, Manel Pardo, han visto en los dos casos ocurridos en la provincia de Girona durante el pasado fin de semana todos los requisitos para que sus protagonistas deban asumir sus acciones.
Felip Puig considera que en ambos casos se debe actuar para que los gastos generados no los acaben pagando los ciudadanos, porqué se ha actuado de una forma "claramente irresponsable", apartando unas vallas para cruzar el río o haciendo caso omiso a la señalización de riesgo de aludes. Por eso espera que los costes los asuman los afectados. "Ya hemos iniciado los trámites para aplicar la tasa correspondiente que deberá responder a la evaluación de los costes de salvamento que tuvieron las cuatro personas que viajaban en coche en la Muga o el esquiador que se quedó atrapado fuera de una pista que estaba señalizada con riesgo de alud", indicó Puig.
No obstante, el Conseller abrió la puerta a posibles cambios, cuando dijo que "otra cosa es que de cara al futuro debamos acabar de decidir si mantenemos esta visión de la tasa de servicios prestados o nos inclinamos más por un régimen sancionador por la irresponsabilidad de la actuación de los ciudadanos".
Por su parte Manel Pardo, que se manifestó en el mismo sentido, alertó de los peligros y de las consecuencias económicas de los que cometan imprudencias e indicó que "desde mi perspectiva, si tú sabes que aquello está señalizado, que te dicen que no pases, que el Ayuntamiento ha hecho su trabajo de señalizar e informar en la zona y una persona decide en este caso atravesarlo por decisión propia, evidentemente que es imprudencia, y en este caso la ley de cobrar el rescate se le aplicaría".
El rescate del esquiador puede rondar los 19.000 euros y los 1.000 euros el de la Muga.
Una avalancha en los límites de la estación de esquí de Masella hirió a un hombre de 35 años que estaba esquiando fuera de las pistas, a pesar de las advertencias que el riesgo de aludes era elevado debido al temporal. El incidente se produjo el Domingo en el sector de Coma Oriola.
El esquiador quedó atrapado por las piernas y medio cuerpo inmovilizado. La zona afectada del alud, de unos 350 metros de largo por 10 de ancho. Fuentes de Masella indicaron que el herido había accedido a la zona por sus propios medios a pesar de las advertencias que el riesgo de aludes era elevado y que los remontes hacia las zonas más altas de la estación de esquí estaban cerrados. Inmediatamente después de recibirse el aviso de avalancha los servicios de emergencia se pusieron a trabajar para rescatar a la persona herida.
Estos servicios de emergencia estuvieron formados por pisteros y unidades médicas de la misma estación de esquí de La Masella, la Unidad de Montaña de la Guardia Civil y dotaciones de los Mossos d'Esquadra. También se desplazaron hasta los lugares de los hechos ocho dotaciones terrestres y dos helicópteros con personal del Grupo de actuaciones especiales (Grae) y el Grupo de emergencias médicas de los Bomberos (GEM).
Los equipos de rescate pudieron localizar y salvar el esquiador, que fue trasladado al hospital Vall d'Hebron de Barcelona. Fuentes médicas precisaron que el herido no presentaba lesiones de gravedad a pesar del susto.
Como en un primer momento se había informado que el número de desaparecidos por esta avalancha podría ser de tres personas los equipos de emergencia rastrearon la zona para descartar que hubiera más heridos. Un hecho que finalmente fue confirmado por los equipos de salvamento y la estación de esquí.
Como medida de precaución la dirección de Masella había cerrado las cotas más altas del dominio esquiable y sus accesos con remontes y telesillas. La nevada del sábado dejó grosores muy importantes en estas cotas y creó acumulaciones importantes de nieve en varios puntos. También Protección Civil había recomendado extremar las precauciones en las zonas de montaña con riesgo de aludes, como por ejemplo la zona del parque de Aigüestortes y Sant Maurici, por el que mantenía activado el plan Allaucat.
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