Espeleo y mujer

La espeleóloga estuvo en Katmandú para ultimar el trabajo de filmación del nuevo reto de la montañera vasca en el Annapurna .
Carmen Portilla Directora del programa de televisión 'Al Filo de lo Imposible'


La prejubilación forzada en Televisión Española en 2007 dejó fuera del mítico 'Al Filo de lo Imposible' a su creador, Sebastián Álvaro, pero las aventuras filmadas no se acabaron y el ente propuso la dirección de 'Al Filo de lo Imposible' a una de las personas forjadas en el equipo, con el que empezó en 1985, la espeleo-buceadora y antropóloga Carmen Portilla, que anteayer estuvo en Las Vegas (Corvera) invitada por el grupo de espeleología Diañu Burlón a los Alcuentros de Deportes d'Aventura. Carmen Portilla nació en México, pero a los once años se vino a España y es nieta de un oriundo de Navia.
-¿Se echa de menos al maestro?
-Como profesional y como persona. Si estamos aquí es por él, formó un equipo que ha podido seguir adelante, todos hemos aprendido mucho a su lado en estos años.
-¿Y qué tal como jefa?
-Creo que lo estoy haciendo bien, pero cuesta. Siempre hemos sido un equipo que trabaja como tal, pero ahora tengo más peso en las decisiones y eso es una responsabilidad. La ventaja es que somos un equipo pequeño, sabemos de qué pie cojea cada uno y eso ayuda.
-Su cargo es un triunfo para la lucha por la paridad.
-Ya se empieza a ver a más mujeres en actividades que hasta ahora estaban reservadas para los hombres, como puede ser mi caso o el de Edurne Pasaban, que está al frente de una expedición en el Annapurna. Sin duda es una buena noticia que se nos vaya midiendo con el mismo rasero.
-Usted regresó hace unos días del Himalaya tras coordinar al equipo de 'Al Filo' para el Annapurna.
-Estuve una semana para solventar los problemas que surgieron por el retraso de los chinos en el permiso para hacer el Shisha Pangma. Tuve que ir a Katmandú para gestionar los permisos del Annapurna.
-¿Cuántas personas forman un equipo de filmación?
-En esta expedición, cuatro, tres de ellos cámaras, uno de altura que debe hacer cumbre y un coordinador de campo base. Con ellos están Edurne y cuatro alpinistas.
-Dentro del equipo, hay un asturiano, Nacho Orviz, que relata para EL COMERCIO la ascensión.
-Nacho ha colaborado varias veces con 'Al Filo', la más reciente en una expedición de discapacitados al Cho-Oyu como cámara de altura. En esta expedición es uno de los pesos pesados, un gran apoyo para que Edurne culmine su reto con éxito. Es un gran alpinista, un gran cámara y un excelente compañero.
-La carrera femenina por coronar las catorce cumbres más altas del planeta se pone al rojo vivo.
-Edurne está en perfecta forma para hacer cumbre en el Annapurna y a continuación en el Shisha Pangma. Yo apuesto por ella, pero ser la primera en completar todos los 'ochomiles' es difícil. A la coreana Eun-Sun Oh le falta sólo una cumbre y aunque de su subida al Kangchenjunga quedan dudas, aquí no hay comités olímpicos y seguramente será la primera, aunque eso no le va a quitar ningún mérito a Edurne.
-Carmen Portilla es casi un mito dentro de la espeleo-buceo.
-Es una palabra fuerte, pero llevo en esto desde los 18 años y tengo ya 53. En este tiempo he bajado a cientos de cuevas, más de cincuenta aún inexploradas.
-La espeleología es un mundo menos conocido que el alpinismo.
-Las montañas se ven, el interior no. Mediáticamente no podemos compararlo. Lo mejor que tiene la espeleología es poder explorar por sitios en los que no ha estado nadie.
-¿Y qué se ve en las cuevas?
-Paredes, cavidades, se buscar el camino por donde viene el agua. Es una actividad muy técnica y tiene sus riesgos, aunque para eso están los protocolos de seguridad.
-¿Más peligrosa la montaña que la espeleología?
-Sí, porque hay elementos que no puedes controlar, como avalanchas o las temperaturas extremas, pero en la espeleología es más dificultoso un rescate. Yo he presenciado alguno con más de cien personas trabajando en ello.