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martes, 23 de febrero de 2010

Osas para Francia

Francia pide osas de la cordillera Cantábrica para repoblar el Pirineo
El ministerio de Ecología francés quiere reforzar la población osera de los Pirineos con hembras procedentes de la cordillera Cantábrica, y para ello ya ha hecho una petición oficial al ministerio de Medio Ambiente español.

Durante la reunión mantenida el pasado 26 de enero entre la secretaria de Estado de Ecología gala, Chantal Jouanno, y la ministra de Medio Ambiente española, Elena Espinosa, se puso sobre la mesa la posibilidad de que España cediera hembras procedentes de la cordillera Cantábrica para reforzar, especialmente, la población de osos de los Pirineos atlánticos.
La zona occidental de la cordillera Cantábrica cuenta en la actualidad con 130 ejemplares de oso pardo, cuarenta de ellos hembras reproductivas. Francia, que en las reintroducciones realizadas en 1996, 1997 y 2006 ha liberado osos procedentes de Eslovenia, ahora prefiere plantígrados del cantábrico para el nuevo plan de reintroducción que está obligada a poner en marcha tras haber caducado el pasado 31 de diciembre el previsto para 2006 al 2009.
A pesar de que Jouanno afirmó el pasado 20 de enero que habría nuevas reintroducciones, el Gobierno francés no ha dado a conocer ni cómo ni cuándo se iniciará el nuevo plan.
Lo que sí ha dejado claro el ejecutivo de Nicolas Sarkozy es que no se dará publicidad al nuevo plan hasta después de elecciones regionales francesas previstas para el 14 y 21 de marzo.

El oso cantábrico vive en la zona montañosa del norte de España. Son sus últimos reductos después de haber ocupado la práctica totalidad de la península ibérica, de donde fue desapareciendo debido a actividades humanas: caza, destrucción y ocupación de su hábitat (viviendas, infraestructuras, cultivos…), fragmentación de sus poblaciones, etc.

En la cordillera cantábrica viven actualmente poco más de un centenar de ejemplares de oso pardo, en dos poblaciones incomunicadas entre sí por las infraestructuras ferroviarias y viales desde mediados del siglo XIX. Al occidente de la autopista asturleonesa hay un centenar de individuos, según estudios realizados en 2002, y al oriente una veintena. La distribución actual abarca territorios de Asturias, León, Palencia y Cantabria.

Los osos pueden causar esporádicamente daños a la ganadería y a la agricultura. Las molestias generadas son escasas en comparación con otras especies, y en la actualidad los daños que se producen son compensados por las administraciones públicas, dado que está catalogado como especie en peligro de extinción.

Los osos en la zona cantábrica habitualmente no pescan, apenas cazan, y se alimentan de fruta, frutos secos, diversas plantas, miel, setas e insectos. Su actividad es nocturna y evitan la presencia humana.

Las crías nacen en enero (los osos hibernan unos tres meses, entre noviembre y marzo) en número de una a tres, y permanecen con la madre durante su primer año y medio de vida aproximadamente, aprendiendo a ocultarse, a buscar alimento, marcar el territorio, etc.

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