Los descubridores de la cueva ya son hijos de Nerja

El Ayuntamiento de Nerja saldó otra deuda moral con quienes se adentraron por primera vez el 12 de enero de 1959 en la Cueva que hoy en día figura a la cabeza en visitas de todos los monumentos malagueños. Después de inaugurar a su nombre la plaza que da acceso a esta cavidad y de imponerles el escudo de oro de la localidad, a las puertas de que acabe el año les nombró hijos predilectos y adoptivos de Nerja.
El alcalde, José Alberto Armijo (PP), impuso el título de hijos predilectos a Francisco Navas, los hermanos Miguel y Manuel Muñoz y, a título póstumo, a José Luis Barbero. Y también proclamó el nombramiento de Hijo Adoptivo al quinto descubridor, José Torres.
Una escultura de Martín. Con el adiós a un año plagado de conmemoraciones por celebrarse el 50 aniversario del descubrimiento, el Consistorio también sirvió de recinto –ante las previsiones de lluvia– para inaugurar una escultura que recordará en el paseo Balcón de Europa a los homenajeados. La obra del axárquico Francisco Martín reproduce a pequeña escala el monolito que ya existe a las puertas de la Cueva.
José Torres, en nombre de los cinco descubridores, tomó la palabra para reconocer que durante años no se sintieron distinguidos en la medida que esperaban: "Creo que hoy sí que nos sentimos llenos. Era una parte que no llegaba", en referencia a este homenaje público. "Además es un reconocimiento que nace del pueblo de Nerja, de su ayuntamiento".