El Principado ha acondicionado la entrada y un camino que lleva al abrigo prehistórico. Sus paredes muestran grabados esculpidos hace ya «22.000 años». Están orientadas hacia el sol y la

El láser
Nadie sabe cuántas imágenes acogen las paredes de ambas grutas. Dicen que lo ideal sería aplicar nuevas técnicas con láser y conseguir ver que hay bajo los grabados.
Hay muchísimos trazos. El guía que ilustrará los paseos turísticos empezará por las figuras más claras. Lentamente, la retina se acostumbra y comienza a percibir formas en lo que antes eran simples líneas incoherentes.La apertura de la cueva de La Lluera fue una de las primeras promesas de la actual consejera de Cultura, Encarna Rodríguez Cañas. Ayer la visitó y aprovechó la ocasión para explicar cómo se desarrollarán las visitas.
De carácter gratuito, se llevarán a cabo en grupos de seis a siete personas y el horario de apertura irá de 10.00 a 14.00 y de16.00 hasta 18.00.
Entender el contenido de la gruta es casi imposible sin las aclaraciones de un experto. Cañas propuso también una «bonita» ruta por el lugar. Pasear por Caces, ver el castillo de Las Caldas, la iglesia románica de San Juan de Priorio, disfrutar de los servicios del futuro balneario, que abrirá el 4 de marzo, y adentrarse en tiempos paleolíticos. «En cinco minutos estás en medio del medio natural y a cuatro pasos de Oviedo», resumió.
Las visitas no harán peligrar el arte de La Lluera. La caverna no acoge pinturas y no hay riesgo maltratar los relieves. Además, la estratografía del lugar permite entender los momentos climáticos de hace más de 20.000 años. Describe inundaciones, subidas del cauce del río que obligaban a los residentes a abandonar su enclave y ocupar recovecos u otras cavernas. Cuando el tiempo se calmaba los habitantes retomaban sus bártulos y volvían al hogar. Cuando Asensio entró en la cueva encontró ese «milhojas» de materiales y descubrió las herramientas con las que trabajaban.

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