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miércoles, 21 de abril de 2021

Arqueología

 


La Gorgona de Gorham 

es la única en el mundo hallada en una cueva


Los doce fragmentos de cerámica estaban al fondo de una cámara inexcavada en la cueva gibraltareña y su origen se relaciona con la presencia de los primeros marineros griegos


El Museo de Gibraltar acaba de publicar un artículo científico que atestigua que la cara de la Medusa Gorgona hallada en la cueva de Gorham en 2019 es la única encontrada al fondo de una cueva hasta ahora en todo el mundo, lo que la hace “excepcional”, dice el equipo científico. Los doce fragmentos de cerámica encontrados estaban al fondo de una cámara inexcavada en la cueva gibraltareña.

De las Gorgonas que se han descubierto hasta ahora, la inmensa mayoría de ellas en el Mediterráneo central y del este, ninguna está en una cueva, según los resultados de la investigación, publicados este jueves, 1 de abril, en la prestigiosa revista científica PlosOne. El artículo está firmado por el director del Museo de Gibraltar, Clive Finlayson, y su equipo (Gutierrez Lopez JM, Reinoso del Rio MC, Saez Romero AM, Giles Guzman F, Finlayson G).

Los doce fragmentos de cerámica hallados en Gorham en 2019 y presentados por primera vez en las Conferencias Calpe formaron parte de un ‘gorgoneion’, una representación de terracota de la cara de la Medusa Gorgona, un monstruo mitológico femenino griego despiadado y al tiempo, deidad protectora. Se consideraba que el poder de la Gorgona era tan grande que cualquiera que intentase mirarla quedaba petrificado, por lo que su imagen se ubicaba en todo tipo de lugares, para invocar su protección.


Un caso excepcional en el mundo


Tras la investigación arqueólogica, el equipo científico de Gibraltar hizo una prospección sobre la literatura científica respecto a las Gorgonas. Encontraron 91 publicaciones sobre la Gorgona en el mundo. Excepto una de una necrópolis de Ibiza y otra de un templo en la costa del Mar Negro, “el resto son todas del Mediterráneo central y del este”, destaca el equipo investigador en el artículo. 

Además, ninguna de ellas corresponde a cuevas, “lo hace excepcional la pieza de Gorham”. Estilísticamente, la Gorgona de Gorham se corresponde con el siglo VI antes de Cristo y es del llamado “tipo horrorífico y repulsivo”. Tras esta etapa, estas representaciones mitológicas adquirieron gradualmente un aspecto más humano. 

En concreto, los fragmentos fueron recuperados durante las excavaciones de un nivel arqueológico en la Cueva de Gorham, conocido por haber sido visitado por personas entre la primera mitad del siglo octavo y la mitad del siglo segundo antes de Cristo, según la publicación. 

En una cámara inexcavada


Estos fragmentos se hallaron en la parte más profunda de la Cueva de Gorham, “en una ubicación donde existe una pequeña apertura que lleva a una cámara inexcavada de 35 metros de longitud, que sólo es accesible gateando a través de espacios muy estrechos”, indica el artículo, mostrando mapas del lugar. 

Los restos encontrados consisten en ambos ojos, parte de la nariz, pómulos y la ceja izquierda. Para el equipo investigador, “el gran tamaño de las piezas sugiere que este podría haber sido un gran monumento”, de una anchura máxima de 36,5 centímetros y una altura máxima de 26,5 centímetros. 



Ubicación de los fragmentos de la Gorgona en la cueva de Gorham (izda.) y niveles de excavación paleolíticos de la cueva (dcha.). / MUSEO DE GIBRALTAR

¿Y por qué estaba la Medusa Gorgona en Gorham? El equipo científico asevera que el acceso a Gorham en aquel momento debería haber sido desde el Mediterráneo y habría requerido barcos. “Hasta ahora, la interpretación, basada en una mezcla de cultura material excavado, y la presencia contrastada de esas personas en la zona en ese momento, ha sido que fueron marineros fenicios y después cartagineses”.

Sin embargo, destacan que estudios recientes “han demostrado que esa cultura material encontrada en este nivel tiene un carácter internacional más amplio e incluye objetos egipcios, griegos, sardos y tartessos”. Por eso, entienden los investigadores, que “esos objetos fueran comercializados por los fenicios, pero tampoco se puede descartar la incidencia de otros marineros en la cueva”.

De forma similar, para este grupo investigador, la presencia de la Gorgona “no refleja necesariamente la aparición de los griegos, dado que estos objetos se han encontrado ocasionalmente en contextos fenicios. Aunque en el caso de la Gorgona de la cueva de Gorham, su estilo y estructura dejan escasa duda de sus orígenes griegos”. 

A estas evidencias, estos científicos añaden que “hallazgos recientes indican una participación griega en actividades de culto en santuarios fenicio-tartessos por la costa atlántica del suroeste de Iberia, más allá del Estecho de Gibraltar como tal”. 

Marineros griegos en Gibraltar


E insisten en la excepcionalidad del hallazgo, porque aseguran que “no hay otro ejemplo de este tipo de Gorgona, de tamaño o cronología similares, en el Mediterráneo occidental”. Y aseguran que “por lo tanto, es un hallazgo excepcional que no puede relacionarse claramente con ninguna deidad fenicia y, en cambio, sí implica a los griegos”. 

Sin embargo, Finlayson y su equipo no pasan por alto “el hecho de que las deidades de otras culturas mediterráneas contemporáneas pueden haber tenido un grado de equivalencia entre los primeros marineros del Mediterráneo”. Y también se refieren a cómo autores de la literatura griega y romana ubican a las Gorgonas en el entorno del Mediterráneo occidental, en el área del Estrecho y, en concreto, en el Peñón -llamado Calpe en la época-. 


Ubicación de la cueva de Gorham (izda.) y área central donde se han hallado las Gorgonas en el Mediterráneo (dcha.) / MUSEO DE GIBRALTAR

Lo que sí queda claro para este equipo científico es que esa profunda e inaccesible cámara de la cueva de Gorham tenía un significado especial para quienes se detenían allí, “asociado con el misterio y los viajes por mar, y protegido por la imagen de Medusa en forma de Gorgoneion”, a quien se encomendarían para pedir protección. Las evidencias del significado espiritual de Gorham para los marineros son las ofrendas votivas halladas.  

“La propia cueva de Gorham estaba situada en un lugar destacado en la base de Calpe, el pilar norteño de Heracles, el marcador del fin del mundo más allá del cual se encontraba el gran y desconocido océano”, indican los investigadores.

Los mitos, los relatos históricos, la geografía y la arqueología apuntan todos a una misma dirección: “hay pocas dudas de que para los antiguos marineros del Mediterráneo la impresionante geología y topografía de Calpe y, dentro de ésta, Cueva de Gorham, tenía una importancia que iba más allá de lo puramente práctico, geográfico y de navegación. Parece que la clave del significado de la cueva pudo haber sido la creencia de que era el hogar de las Gorgonas”.


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