La Consejería de Cultura ha iniciado el procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Zona Arqueológica, el complejo kárstico de Cueva Navarro IV, ubicado en la Bahía de Málaga. Esta área, también conocida como del Humo, se caracteriza por reunir en poco espacio uno de los registros geológicos y arqueológicos más importantes del Mediterráneo occidental.
El complejo kárstico de Cueva Navarro IV, que quedará protegido con la máxima figura que contempla la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, agrupa un conjunto de yacimientos arqueológicos cuyos registros resultan fundamentales para la compresión de los episodios históricos comprendidos entre el final del Pleistoceno (hace alrededor de 150.000 años) hasta inicios del Holoceno (hace 4.000 años).
Esta zona arqueológica, formada por la cueva Navarro IV y una serie de abrigos relacionados con ésta, conserva un importante y amplio depósito detrítico, resultado de la superposición de numerosas fases de ocupaciones humanas a lo largo de la historia. Mantiene asimismo en sus paredes múltiples evidencias artísticas y simbólicas debido a la presencia de pinturas del período solutrense.
En las pinturas existe un predominio claro de los tonos rojos sobre los negros y una temática bastante homogénea, agrupándose los motivos, según criterios morfológicos, en curvilíneos, puntuaciones, líneas de puntos, bastones o haces rectilíneos paralelos, trazos pareados o un motivo naturalista, entre otros.
Respecto al repertorio figurativo, en la cueva Navarro IV se localiza un total de 149 elementos pictóricos, repartidos en los dos grandes temas que determinan el arte rupestre paleolítico, zoomorfos e ideomorfos. En el caso de esta cueva sólo se aprecia una única imagen clara de animal, mientras que el resto se encuadraría dentro de las diversas categorías de ideomorfos.
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