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jueves, 23 de febrero de 2012

La Junta sanciona a dos escaladores

Medio Ambiente les multa con 600 euros por arrancar un ejemplar de boj y otro de athamanta tras la caída de una roca de dos metros

Manuel Ortega y Manuel Armijo no salen de su asombro. Jamás podrían haber imaginado que practicando su deporte favorito, la escalada, iban a ser sancionados después de que unas rocas de gran tamaño se desprendieran accidentalmente de la pared y provocaran daños en varios ejemplares de flora protegida. Los hechos ocurrieron el 4 de enero de 2011 en la zona del Barranco de la Coladilla, dentro del parque natural de la Sierra Almijara, en Nerja, y han devenido en una sanción firme de 601,02 euros a cada uno de ellos, impuesta por la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta.

«La semana anterior yo había estado escalando en solitario en esta zona, en la que desde hace por lo menos quince años hay varias rutas señalizadas de escalada. Cuando me encontraba a unos treinta metros del suelo, noté que una enorme roca, de unos dos metros de alto y casi uno de ancho, estaba suelta. La sujeté con el pie, pero vi que era mejor dejarla caer, y esto fue lo que hice. Evidentemente, al caer dañó alguna vegetación, pero no fue mi intención provocar daños», detalló Ortega.

Este escalador explicó que unos días después, en concreto, el 4 de enero de 2011, volvió a acudir al lugar junto a su amigo Manuel Armijo, y que cuando se encontraban suspendidos en la misma pared de piedra, unos agentes de Medio Ambiente se acercaron hasta el lugar, y les señalaron las plantas dañadas en el fondo del barranco. «Eran una mujer y un hombre. Ella se puso a tomar fotografías y a anotar muchos nombres, acusándonos de que nosotros éramos los que habíamos provocado todos esos daños en la flora», dijo.

«Esto es alucinante. No entiendo cómo la Administración andaluza actúa con esta contundencia contra nosotros y después permite que en el parque natural las motos de cross y los vehículos 4x4 se adentren sin ningún tipo de controles, no solo por los carriles», expresó Manuel Ortega, de 36 años, pintor de profesión, casado y con un hijo de cinco años. «Imagínate lo que es esta multa para nosotros, tal y como está el trabajo. Yo llevo casi un año sin encargos y mi compañero está paro, divorciado y con un niño de tres años. No podemos pagar esta sanción», confesó.

Una vez que les fue notificada la sanción, presentaron alegaciones, que no han sido atendidas. «Evidentemente, dijimos que nosotros no habíamos tirado aquellas rocas voluntariamente, ni a propósito, que fue algo totalmente accidental, pero que ocurre muy frecuentemente cuando se escala en zonas calizas, y más teniendo en cuenta que en los días anteriores había llovido mucho», aseguró Ortega, quien añadió: «Más bien lo que hicimos fue eliminar un peligro, porque por debajo de esa pared de roca pasa un camino que es muy frecuentado por senderistas».

Según consta en la resolución firmada por el delegado provincial de Medio Ambiente, Francisco Fernández, con fecha 21 de diciembre de 2011, se considera que «a la vista del informe emitido por el Servicio de Gestión del Medio Natural, se concreta que se puede mantener la imputación respecto de un ejemplar de buxus balearica (nombre científico del boj) y los de athamanta vayredana». «En cuanto a los hechos denunciados, gozan de presunción de veracidad, de acuerdo con el artículo 137.3 de la Ley 30/92, ya que existe un nexo directo entre la actuación del denunciado y la destrucción de las plantas referidas», añade.

De esta forma, «los hechos declarados probados constituyen una infracción administrativa expresamente tipificada como tal por el artículo 74.1 de la Ley de la Flora y Fauna Silvestres, siendo calificable como grave y sancionable con multa de 601,02 euros a 60.101,21 euros, de acuerdo con lo establecido en los artículos 74.1 y 82.1b del citado texto legal», continúa la resolución. «No, sí además va a parecer que nos han hecho un favor, poniéndonos solo la cantidad mínima. Esto es increíble, sobre todo teniendo en cuenta que aquellas plantas no se llegaron a perder, sino que brotaron de nuevo en el fondo del barranco, y sobre todo, que la escalada no es una actividad prohibida expresamente dentro del parque natural», argumentó Ortega.

Primer caso en España

«Desde la Federación de Escalada y Montañismo nos han dicho que son las primeras multas de este tipo que se ponen en España», explicaron los escaladores, que están «resignados». «No sabemos dónde acudir para que nos escuchen. Lo peor de todo es que cuando presentamos las primeras alegaciones, fuimos a la Delegación de Medio Ambiente y nos recibió el director del parque natural, Ricardo Salas, quien nos prometió que el asunto se archivaría. Lo que sí nos dijo es que desde ahora comunicáramos a la Junta cada vez que fuésemos a escalar en esta zona», añadió.

«Pero cuál no ha sido nuestra sorpresa cuando nos hemos encontrado con esta multa en firme, que no podemos recurrir, solo con un escrito al viceconsejero de Medio Ambiente, aunque hemos consultado con abogados y nos han dicho que lo mejor que podemos hacer es pagarla, porque tratándose de Medio Ambiente no tenemos nada que hacer», continuó Ortega, quien destacó que desde que ocurrieron los hechos no han vuelto a escalar en este paraje

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo también he tenido problemas irracionales con los de Medio Ambiente. Dicen que ni a las motos ni a los 4x4 los pillan "in fraganti" así que se ceban en cualquiera que tienen a mano, así que ojito con mear en un parque natural, que como el guarda tenga mal día, cosa frecuentísima, te amargará la excursión. Han perdido el norte y ejercen un abuso total de autoridad.