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martes, 17 de junio de 2014

Cómo detectar y evitar que nos roben el Wi-Fi


Si queremos navegar por Internet de manera relativamente segura es preciso impedir el acceso de terceros a nuestra conexión, para evitar problemas en ella y que tengan acceso a nuestros datos personales y bancarios.

Alrededor de 30 euros mensuales es lo que nos cuesta, a las familias españolas, tener acceso a una línea de ADSL de cierta calidad. Un servicio para cuyo acceso cada vez se utiliza más la tecnología Wi-Fi, esto es, Internet sin cables. Algo que es preciso proteger, para impedir en primer lugar que cualquiera pueda acceder a nuestros datos personales y bancarios y, también, para evitar que nos lo roben. Si somos víctimas de robo de Wi-Fi nuestra navegación por Internet se hará más lenta, ya que compartiremos la señal con aquellos usuarios amigos de lo ajeno que nos la pirateen. ¿Cómo evitarlo? Lo explicamos.
El primer síntoma es notar que nuestro Internet va más lento que de costumbre. Si la luz del router destinada al Wi-Fi (a veces se indica como WLAN) parpadea tras apagar completamente todos los dispositivos inalámbricos de casa, es casi seguro que tenemos un intruso.
Cómo detectar si nos roban el Wi-Fi
1. Instalando en nuestro ordenador o teléfono inteligente un programa que indique los dispositivos conectados a la red de casa. Si contamos los dispositivos y hay más de los que en ese momento estamos usando nosotros... nos están robando Wi-Fi. Algunas aplicaciones gratuitas para teléfono son Fing, Network Discovery, Net Scan, IP Network Scanner oiNet, y para ordenadores Angry IP Scanner,Wireshark o Wireless Network Watcher. Con estos programas sólo podremos detectar al intruso si está conectado en ese mismo momento a la red.
2. Para saber si alguien se ha conectado en algún momento, debemos acceder al router. Podremos entrar mediante una web, escribiendo la dirección IP del aparato en el navegador. -encontraremos la dirección en el manual del router, aunque debe ser algo parecido a 192.168.1.2- En esa web habrá un registro -también llamado log- en el que veremos las conexiones que se han realizado hasta entonces.
Cómo proteger nuestro router
Si alguien ha entrado en nuestra Wi-Fi es porque probablemente no esté bien asegurada.
Podemos aumentar la seguridad de nuestra conexión, algo que podremos hacer fácilmente siguiendo el manual de instrucciones o llamando al servicio técnico de nuestro operador de Internet.
Estas son, no obstante, algunas recomendaciones básicas de configuración:
1. Cambiar la contraseña que viene por defecto del Wi-Fi por una segura, que combine números y letras mayúsculas y minúsculas, e incluso símbolos. Es conveniente cambiar esta contraseña periódicamente.
2. Filtrar las conexiones por direcciones MAC, que es como la firma del dispositivo inalámbrico, y el router puede identificarla.
3. Asignar las direcciones IP manualmente. Por defecto, no hay que configurar nada en nuestro dispositivo para que se conecte a un Wi-Fi,  ya que recibe del router todos los parámetros necesarios. Para entorpecer la entrada de intrusos podemos desactivar esta asignación automática (llamada DHCP). En ese caso, cada dispositivo que se conecte al Wi-Fi deberá configurarse individualmente según los parámetros establecidos en el router.
4. Hacer invisible nuestro Wi-Fi o cambiarle el nombre -el SSID-. Ciertos nombres identifican el dispositivo con el operador que lo ha suministrado, lo que facilita que pueda conocerse la contraseña por defecto. Para evitarlo podemos ponerle a nuestra conexión otro nombre y además que no informe de su presencia cuando alguien busque redes inalámbricas. Para conectar nuestros dispositivos habrá que introducir manualmente el nombre exacto.
Protegiendo nuestro Wi-Fi dificultamos que alguien use nuestra conexión fraudulentamente e impedimos que acceda a nuestra información personal y bancaria.

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