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sábado, 4 de mayo de 2013

Una inundación cierra de nuevo Tito Bustillo



El río San Miguel, que atraviesa la gruta riosellana, sufre una crecida y anega el acceso por segunda vez en lo que va de año, aunque no afecta a las pinturas rupestres
Una inundación provocada por la crecida del río San Miguel obligó el pasado jueves  a cerrar la cueva de Tito Bustillo, en Ribadesella. Las intensas lluvias caídas durante la noche y la mañana siguiente hicieron que el cauce, que atraviesa la gruta, se desbordara y anegara el túnel de acceso, en el que Alfonso Millara, el encargado, calculó un nivel de unos 40 centímetros.

Es la segunda vez que sucede en lo que va de temporada -la anterior fue el 4 de abril- y la buena noticia, una vez más, es que la inundación no afecta a las pinturas. En la cueva el nivel es bastante menor, aunque sí «se forman muchos charcos y en las zonas más bajas se depositan sedimentos», explicó Millara.

Las visitas a Tito Bustillo para la jornada de ayer estaban completas, en buena medida debido a que en Madrid y otras comunidades era festivo y se podía hacer puente. Sin embargo, ningún visitante pudo entrar a ver las pinturas rupestres, pues a primera hora ya les avisaron de la situación. «Vine primero porque ya me lo imaginaba, por cómo bajaba el río ayer» (por el miércoles), explicó el encargado.

Hace casi un mes que la cavidad tuvo que cerrarse por el mismo motivo, aunque Millara aseguró que ayer había «muchísima agua, bastante más que la otra vez». En principio no se espera que la cueva reabra sus puertas hasta hoy y, «de poder abrir, sería en el transcurso de la mañana», algo que el propio encargado duda. En la inundación de abril la cueva permaneció cerrada un día y la mañana siguiente, aunque es imprevisible el tiempo que las aguas pueden tardar en volver a su cauce. De momento toca esperar, observar y evaluar posibles daños. «Todavía no sabemos qué labores de mantenimiento tendremos que hacer, está el agua y no se ve», apuntó Millara, casi seguro de la sustitución de algunas luminarias que quedaron sumergidas. No es frecuente que la gruta se inunde en mayo, aunque los trabajadores recordaron que hace unos cinco años cerraron la cueva por la crecida en esta misma época.

Los madrileños eran ayer los visitantes mayoritarios en Tito Bustillo y, como en otras ocasiones, se mostraron muy comprensivos con lo sucedido. «Nos han dicho que ha sido por la lluvia y lo entendemos, contra las inclemencias del tiempo no puedes hacer nada», comentó Rocío Valverde. Las dos familias visitaron la Cuevona y el Centro de Arte Rupestre y opinaron que existe «una alternativa buena» a la gruta con las pinturas.

Valverde y sus acompañantes tratarán de volver antes del sábado, cuando regresarán a Madrid, y si la lluvia continúa impidiéndoselo lo apuntarán como «una excusa para volver a Ribadesella». Sin embargo, Alfonso Fernández y Juan Antonio Moreno, también madrileños, no podrán entrar, al menos de esta, pues se alojan en Cangas de Onís y el de ayer era el día marcado para visitar Ribadesella.

La causa de la inundación es la lluvia pero, a juicio de Millara, la hipótesis de la profesora de Geología de la Universidad de Oviedo Montserrat Jiménez, de que podría existir un lago en el interior de la cueva, cobra fuerza. Por lo observado en las últimas inundaciones, la presencia de este lago podría estar empujando el agua y los sedimentos «hacia el túnel y el acceso», apuntó el responsable.

Con todo, la mayor inundación que sufrió la cueva de Tito Bustillo fue en agosto de 1988, cuando también el río Acebo se salió de su cauce y dio un buen susto a los habitantes y campistas de Vega. Hay quien aún recuerda cómo el agua salía de la gruta por la puerta de entrada y la carretera estaba cortada.

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