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sábado, 30 de junio de 2012

El tesoro artístico mejor guardado

 

Las pinturas de la cueva Chauvet, ocultas durante 30.000 años



En 1994, se descubre en Francia la cueva Chauvet, un recinto de grandes dimensiones que ha mantenido su entrada cerrada por un derrumbe durante miles de años. En su interior aparecen numerosas pinturas rupestres de gran belleza. Los arqueólogos que las estudian aseguran que son las evidencias más antiguas del arte paleolítico. Fascinado por el descubrimiento, el cineasta alemán Werner Herzog decide realizar un largometraje, La cueva de los sueños olvidados, un documental para dar a conocer estas asombrosas figuras que han estado ocultas durante treinta mil años.
Werner Herzog (Munich, 1942) se sintió atraído por el arte prehistórico desde muy joven y este conocimiento fue fundamental en el desarrollo de su elevada sensibilidad estética. "Mi despertar intelectual y espiritual está conectado a las pinturas rupestres de una cueva del Paleolítico. A los doce años, en el escaparate de una librería, descubrí la portada de un libro en el que aparecía el dibujo de un caballo, perteneciente a la Cueva de Lascaux". Werner Herzog recuerda la emoción de su descubrimiento temprano. "Me invadió un entusiasmo indescriptible: quería ese libro; necesitaba tenerlo. Como mi paga de niño era 1 dólar al mes, empecé a trabajar como recoge-pelotas en las pistas de tenis y le pedía dinero prestado a mis hermanos. Por lo menos una vez por semana, con el corazón desbocado, me acercaba al escaparate para ver si el libro aún estaba allí. Me llevó más de medio año poder comprar y abrir aquel libro. El estremecimiento que sentí entonces nunca me ha abandonado".

La cueva de Chauvet está considerada como uno de los lugares más importantes del arte antiguo. Hay cientos de pinturas rupestres en las que se representan trece especies diferentes, incluyendo caballos, bovinos, leones, panteras, osos, rinocerontes e incluso hienas. Para conseguir la máxima fidelidad en la reproducción de estas obras, situadas en una gruta mayor que un campo de futbol, el director alemán decidió rodar con cámaras especiales de 3D y propuso su proyecto al gobierno francés. A pesar de que muchos cineastas habían solicitado permiso para filmar dentro de la cueva de Chauvet, fue Herzog el único en conseguirlo gracias a una reunión que mantuvo con Frédéric Mitterrand, entonces Ministro de Cultura francés. El prestigio del cineasta fue decisivo para que las autoridades culturales francesas dieran permiso a Herzog con su reducido grupo de producción y un equipo científico para entrar en la cueva Chauvet a realizar el rodaje manteniendo estrictas medidas de cautela que preservaran las pinturas de cualquier contaminación.
Organizado por el Club Diario Levante,La cueva de los sueños olvidados se preestrenó en tres dimensiones en los Cines Yelmo Campanar, que poseen 16 pantallas en Valencia, todas en formato digital. En España, la cadena Yelmo supera las 400 pantallas.

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