la cueva más grande del mundo

Millones de murciélagos telepáticos en la cueva más grande del mundo

La Cueva del Ciervo contiene un pasillo subterráneo de gran tamaño, que fue considerado como el pasillo más grande del mundo antes del descubrimiento de la cueva Son Dong, en Vietnam. Las del Ciervo, situada en el Parque Nacional de Gunung Mulu, tiene un techo de más de 100 metros de altura y atraviesa la montaña de un lado a otro.

Es famosa también por ser el hogar de millones de murciélagos. Cada tarde, a las cinco, los murciélagos vuelan en busca de comida y salen de la cueva formando una nube copiosa y creando una autopista voladora compuesta por hambrientos zorros voladores, algunos de casi dos metros de envergadura.

Es la concentración de murciélagos más impresionante del mundo, pero también una visita no apta para los escrupulosos, ya que el hedor es insoportable. Millones de murciélagos defecan a diario dentro de la cueva y créanme que eso genera mucho excremento. Pero merece la pena.

El Parque Nacional de Gunung Mulu está a 100 km. de la ciudad de Miri, en el estado federado de Sarawak, en la isla de Borneo, en Malasia, cerca de la frontera con Brunei. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. Hay visitas diarias que se pueden adquirir en la oficina central del parque y, además, también se puede uno alojar, ya que dispone desde un albergue hasta habitaciones con jardín privado.
Lo mejor es ir hasta un mirador junto a la entrada de la espectacular cueva. Hay un anfiteatro donde los visitantes pueden esperar la salida de los murciélagos.

Al anochecer de una manera algo incomprensible, como si hubiese una señal telepática, millones de murciélagos salen en torbellino serpenteando el cielo a la caza de insectos y a la ingestión de frutas.
Hace un tiempo, en Malasia, se descubrió una grave epidemia viral que mató por encefalitis a 105 personas y obligó a sacrificar a 800.000 cerdos. Ella fue debida a un nuevo virus que se denominó Nipah. Ahora se pudo demostrar que el murciélago de la fruta era el reservorio del virus Nipah, que infectaba al cerdo y luego al hombre.