Si es que en Belgrado hay algun lugar secreto cuya historia coincide con la de la ciudad misma y que es una memoria de todos los periodos tanto malos como buenos que vivio la ciudad, desconocidos por sus ciudadanos, éste sin lugar a duda es el parque de Tasmajdan. El señor Nikolic nos conto que debajo de este parque están tuneles del antiguo acueducto romano, que en este mismo lugar fue leido el decreto otomano que fue el primer documento en el que se anunciaba la libertad de Serbia tras cinco siglos de ocupación turca. Debajo de Tasmajdan yacian grandes cantidades de piedra que se excavaba para edificaciones romanas y luego turcas. El nombre mismo de esta localidad proviene de dos palabras turcas: Tash – piedra y Maidan – mina. En cavidades de esta mina se escondian belgradenses durante la Gran Guerra, huyendo de bombas austrohungaras. Los numerosos pasillos y tuneles que comunicaban estas cavidades han sido minados durante la II Guerra Mundial y sus entradas fueron cerradas con muros de ladrillo. Hasta la fecha han sido investigadas solo tres cuevas, nos cuenta el señor Nikolic, mientras estamos yendo abajo via gran escalera que conduce hacia la primera de ellas. Entramos en una sala grande de varios centenares de metros cuadrados en cuyos muros se notan huellas del trabajo de antiguos mineros. Las grandes piezas de piedra cortadas precisamente en forma de bloques cuadrados que se utilizaban en edificios y construcciones dejaron cavidades rectangulares muy precisas. Luego pasamos por una red amplia de pasillos iluminados por la luz de candelas colocadas en su suelo hasta la segunda cueva adaptada durante la II Guerra Mundial para servir del principal espacio secreto utilizado por el Estado mayor del ejercito aleman que en aquel entonces habia ocupado la ciudad y toda la zona del sureste de los Balcanes. Suelo de hormigón y pilares portadores que prevenian la caida del cielo de la cueva, porton pesado de metal que separaba la sala del resto de la red de espacios subterraneos utilizados por soldados de Wehrmacht encabezados por el general Von Lohr, son parte de la obra alemana, precisa el señor Nikolic. Los soldados estaban abastecidos de todo lo necesario para una estadia prolongada, incuyendo agregados para la corriente electrica y central telefonica. Todo este complejo subterraneo fue hecho de manera que hacia posible la estadia de mil soldados durante seis meses sin necesidad de salir del escondite, comunica el señor Nikolic. El precisa que ha concluido, después de haber conversado con capitalinos viejos que todavía recuerdan esta epoca y con aquellos que sabian algo mas del uso de este espacio, pero tenian que guardar el secreto, que alemanes aspiraban comunicar todas sus instalaciones importantes con su comando subterraneo. Y es por ello que un tramo de estos pasillos conduce hacia Manjez, otro parque en el centro de la ciudad, otro hacia el edificio de la GESTAPO, cuyo edificio estaba en la actual plaza de Nikola Pasic y el tercero hacia la Corte, o sea, el actual edificio del Gobierno serbio. Hasta la fecha no ha sido descubierto hacia donde conducen todos los demas pasillos secretos cuyo comienzo se avizora en otras cuevas. Según explica el señor Nikolic, esto no es facil de hacer, puesto que los alemanes situados en Belgrado, habian minado, al retroceder de Serbia, muchos espacios subterráneos. Sabiendo lo versátil que eran sus ingenieros, todo ello habia de hacerse con mucho cudiado y hasta hoy en dia no se puede decir con certeza que todos los pasillos son seguros y libres de minas cuyas camisetas de hierro, consumidas por corrosión, las hacen menos peligrosas, pero todavía ha de chequearse si es asi. El señor Nikolic, el que era el guia en esta aventura inolvidable, nos llevo mas adelante, hacia otra cueva menos utilizada por Werhmacht. Esta es una sala subterranea enorme desde la que es posible ver como se puede avanzar mas alla y que todavía se desconoce donde podria terminar este viaje, puesto que se ve el comienzo de otras redes de pasillos.
La historia de cuevas subterraneas es una historia del denominador comun de todos los ejercitos que pasaron por estas tierras, devastandolas, consturyenodo sus edificios desmantelados por otros ejercitos que pasaron en galope por aquí en sus gestas conquistadoras. Belgrado fue destruido 37 veces y reconstruido casi cada vez, siendo sede provisional de celtas, romanos, turcos y alemanes. Las entrañas de Belgrado guardan muchos de sus secretos
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