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miércoles, 6 de julio de 2011

Mejora el estado de los cinco ríos de Barcelona
A pesar de eso, el 40% de los 111 puntos analizados sigue sin presentar un nivel bueno o muy bueno       

Un informe de la Universitat de Barcelona (UB) que ha analizado muestras de 111 puntos distintos ha constatado la mejora del estado ecológico de los cinco ríos de Barcelona -Llobregat, Besòs, Foix, Ter y Tordera-, si bien todavía el 40% de los mismos no presenta un nivel bueno o muy bueno.
Los datos corresponden al estudio de 2010, que con carácter anual elabora el Programa de calidad ecológica de los ríos y que han elaborado experto del Grupo de Investigación Freswater Ecology and Management (FEM), dirigidos por el catedrático de Ecología de la UB Narcís Prat.
Según el informe, solo el 1% de los tramos fluviales presentan una calidad pésima, y los de mala calidad se han reducido de un 21% a un 14% respecto a 2009, en una dinámica generalizada de mejora gracias a unas lluvias más abundantes y a una mejora en la depuración de las aguas residuales.

La calidad de los ríos de Barcelona ha mejorado en el último año y las zonas de estado pésimo se han reducido a la mitad, según un informe de la Diputació de Barcelona (Diba). Además, el estudio testa que en las cinco cuencas de la provincia -Llobregat, Besòs, Tordera, Foix y Ter- hay una mejoría de la calidad del agua.
Los puntos negros llegan en las partes bajas de los caudales, las próximas a la capital catalana, donde el estado de los ríos sigue siendo pésimo. "Las riberas están bastante dañadas y recuperarlas cuesta y es todavía una asignatuda pendiente", comenta Mireia Vila, bióloga de la Diba.
Las intensas lluvias del año pasado han favorecido que los resultados hayan mejorado porque han ayudado a diluir los elementos tóxicos. También ayudan las acciones que impulsan municipios y la Agència Catalana de l'Aigua que pretenden cumplir con la directiva marco del agua.
La mejora de los ríos se nota en el aumento de especies que viven allí. Por ejemplo, en el Besòs, los expertos están detectando "más diversidad de peces y, lo más importante, que viven y que se reproducen allí", comenta Vila. Los insectos, muy presentes en las orillas, también son muy buenos indicadores del estado de una zona y la calidad del río.
"Se ha mejorado mucho la calidad del agua pero la de las riberas ha empeorado porque se han maltratado", explica José García, miembro de Depana. Recuerda el caso del Llobregat, que en su parte baja convive ahora con una autovía y el paso del TGV y cuyos bosques de la ribera han quedado maltrechos. La entidad ecologista critica que en muchos sitios se ha dicho "que se restauraba el espacio fluvial y sólo se han plantado cuatro árboles".
¿Cómo se puede mejorar aún más la salud de nuestros caudales?
Las plantas depuradoras hacen un gran trabajo pero todavía podrían mejorar su eficiencia. No todas ellas eliminan los restos de fósforo y nitrógeno del agua. Mireia Vila asegura que no hacen falta más plantas sino que las que hay trabajen aún mejor.
El uso del agua para regadío o su reaprovechamiento hidroeléctrico a veces se convierte en un problema, por ejemplo en el Llobregat, porque deja el río bastante seco y consecuentemente ni pueden vivir especies ni el agua se regenera. Los expertos aconsejan que no quede seco.
Las orillas de los ríos influyen directamente en la calidad de éstos. La presencia de árboles, por ejemplo, garantiza que el río tenga sombra y su agua no se caliente tanto y que lleguen más nutrientes y por lo tanto puedan vivir más especies allí. Es importante conservarlas.

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