Cerca de la aldea de Romeor, en O Courel, se registra un impresionante fenómeno.
Un pozo de más de veinte metros de diámetro y unos treinta de profundidad se abrió de golpe en el suelo de un prado, en una ladera empinada, a muy poca distancia de la carretera que une los pueblos de Mostaz y Millares.
El suceso se produjo a finales del verano, pero hasta ahora solo era conocido por los vecinos de la zona.
El director del instituto geológico de la Universidade da Coruña, Juan Ramón Vidal Romaní, cree que probablemente se debe al hundimiento del techo de una cueva caliza, un fenómeno habitual en los relieves de tipo cárstico. Se trataría de lo que se conoce como el colapso de una dolina. La roca que forma las paredes del pozo es pizarra, pero por debajo puede haber formaciones calcáreas. Gran parte del terreno de la sierra es calizo y en esta zona se hallan algunas de las cuevas más profundas de Galicia.
El geólogo opina que, tras el desplome de la bóveda de la supuesta cueva, la masa de pizarra situada sobre ella -debilitada por las infiltraciones de agua en un largo proceso de erosión- acabó por hundirse y caer dentro de esa cavidad. A su juicio, la causa del derrumbe puede estar en la acción erosiva de un río subterráneo.
Vidal piensa que existe el riesgo de que el fenómeno se repita y aconseja tomar medidas preventivas, sobre todo teniendo en cuenta que una carretera pasa cerca del pozo. «Recomendaría hacer un examen de la zona con georradar para determinar las dimensiones de la cueva que puede existir ahí debajo y ver si hay que tomar medidas adicionales de protección, como delimitar una zona de peligro más amplia», apunta.
El prado pertenece a una familia de Millares que lo usaba para apacentar sus ovejas y que, además de ver inutilizada gran parte de su finca, teme las posibles consecuencias del desplome. «Terían que facer algo o Concello ou a Xunta, porque nós nin sabemos ben o que pasou nin temos medios para facer nada», dicen.
Cerca de la aldea de Romeor, en O Courel, se registra un impresionante fenómeno. Un pozo de más de veinte metros de diámetro y unos treinta de profundidad se abrió de golpe en el suelo de un prado, en una ladera empinada, a muy poca distancia de la carretera que une los pueblos de Mostaz y Millares.
El suceso se produjo a finales del verano, pero hasta ahora solo era conocido por los vecinos de la zona.
El director del instituto geológico de la Universidade da Coruña, Juan Ramón Vidal Romaní, cree que probablemente se debe al hundimiento del techo de una cueva caliza, un fenómeno habitual en los relieves de tipo cárstico. Se trataría de lo que se conoce como el colapso de una dolina.
La roca que forma las paredes del pozo es pizarra, pero por debajo puede haber formaciones calcáreas. Gran parte del terreno de la sierra es calizo y en esta zona se hallan algunas de las cuevas más profundas de Galicia.
El geólogo opina que, tras el desplome de la bóveda de la supuesta cueva, la masa de pizarra situada sobre ella -debilitada por las infiltraciones de agua en un largo proceso de erosión- acabó por hundirse y caer dentro de esa cavidad. A su juicio, la causa del derrumbe puede estar en la acción erosiva de un río subterráneo.
Vidal piensa que existe el riesgo de que el fenómeno se repita y aconseja tomar medidas preventivas, sobre todo teniendo en cuenta que una carretera pasa cerca del pozo. «Recomendaría hacer un examen de la zona con georradar para determinar las dimensiones de la cueva que puede existir ahí debajo y ver si hay que tomar medidas adicionales de protección, como delimitar una zona de peligro más amplia», apunta.
El prado pertenece a una familia de Millares que lo usaba para apacentar sus ovejas y que, además de ver inutilizada gran parte de su finca, teme las posibles consecuencias del desplome. «Terían que facer algo o Concello ou a Xunta, porque nós nin sabemos ben o que pasou nin temos medios para facer nada»,
No hay comentarios:
Publicar un comentario