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sábado, 10 de julio de 2010

Estadisticas de 8 meses


Las 19 muertes registradas en las montañas y barrancos de Huesca a lo largo de los últimos ocho meses, entre noviembre de 2009 y junio de 2010, suponen un aumento significativo respecto a las siete víctimas mortales contabilizadas en el mismo periodo de tiempo del ejercicio anterior.

Los fallecimientos se dispararon el pasado mes de mayo, con un total de siete personas muertas mientras practicaban el montañismo o el descenso deportivo de barrancos, según los datos facilitados a lo largo del año por la Subdelegación del Gobierno en Huesca.

El buen tiempo registrado en la provincia oscense a lo largo de dicho mes provocó un incremento de las prácticas deportivas de riesgo en el Pirineo y en la Sierra de Guara que se saldaron con varios accidentes con víctimas mortales.

Así, durante el pasado mes de mayo, un hombre falleció en un barranco en Liri, dos montañeros ingleses murieron en el Pico Frondiellas, tres mujeres se ahogaron en distintos cauces de ríos de montaña, y un parapentista resultó muerto en una competición deportiva.

Estas cifras, consideradas "inusuales" por fuentes de los equipos de rescate de la Guardia Civil, igualan en lo que se refiere a víctimas mortales al total de fallecimientos registrados a todo lo largo del verano de 2009 en las montañas y barrancos del Altoaragón.

Las 19 víctimas mortales contabilizadas en los últimos ocho meses superan ya a las 17 que se registraron a todo lo largo de 2009, y se encuentran próximas a las 25 que se produjeron en 2008.

Las estadísticas revelan que el número aproximado de personas rescatadas entre noviembre de 2009 y junio de 2009 ascendió a unas 290, mientras que en el mismo periodo de tiempo del ejercicio anterior se situaron alrededor de las 220.

El aumento de las temperaturas registrado en los últimos días hace temer a los grupos de rescate un incremento de las operaciones a realizar en las próximas semanas.

A este respecto, los equipos de rescate de la Guardia Civil y el helicóptero del Cuerpo con base en Huesca tuvieron que hacer frente en junio del año pasado a fines de semanas con más de quince salidas para auxiliar o rescatar a montañeros y barranquistas.

Según las mismas fuentes, entre las causas de estos accidentes se encuentran las conductas imprudentes derivadas de la falta de preparación o de información de los aficionados a la montaña, que, en opinión de los expertos, originan entre el sesenta y el setenta por ciento de los accidentes que se producen en el Pirineo aragonés.

Las predicciones meteorológicas hacen prever a los responsables de los equipos de rescate unos meses de julio y agosto con numerosas intervenciones, "ya que una gran parte de las personas que practican actividades de aire libre en esta zona carecen de la preparación física y psicológica necesaria".

La falta de material adecuado, la no utilización de guías experimentados, la ausencia de información meteorológica o la inexistencia de una planificación previa del itinerario a seguir son constantes que se detectan de forma repetida en los accidentes de montaña que requieren la intervención de la Guardia Civil.

Para los responsables de los equipos de montaña de la Benemérita, la única solución frente al incremento de los accidentes de montaña son las campañas de prevención, al entender que la montaña "no se puede limitar o acotar al ser de acceso libre para las personas".

Desde la Subdelegación del Gobierno en Huesca se reclama de forma constante prudencia a la hora de desplazarse al Pirineo, así como la utilización de sistemas de telefonía móvil o de GPS para alertar de la incidencia con rapidez y facilitar información del lugar exacto donde se produce.

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