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lunes, 28 de junio de 2010

Un sepulcro de 4.500 años


Hallan restos de una mujer enterrada hace 4.500 años en Atapuerca

El equipo investigador de Atapuerca estudiará si los restos hallados en las excavaciones realizadas en la Cueva del Mirador -según las primeras apreciaciones, una mujer de unos 15 años-, colocados en posición fetal sobre una repisa de roca, pertenecen a una persona «destacada» de la comunidad del Calcolítico que usó esta cueva como sepulcro hace aproximadamente 4.500 años.
El responsable de las excavaciones en el Mirador, Josep María Vergés, explicó ayer que la aparición de estos restos es interesante «por el contexto» en el que han sido hallados, un lugar donde ya se encontraron huesos de individuos «canibalizados» y otro enterramiento colectivo, con diversos individuos «amontonados pero tratados con respeto, a los que se les depositaron ofrendas», lo que pone en evidencia la diferencia de trato entre miembros de la misma comunidad.
Los científicos intentarán determinar «por qué, en un mismo momento, tenemos individuos que están enterrados individualmente, tienen un tratamiento especial y se les pone en un rincón de la cueva, otros se acumulan colectivamente y otros son consumidos, canibalizados».
El enterramiento individual, la postura en la que está colocado el último cuerpo encontrado y los ornamentos en cuello y cintura podrían corresponder a un «personaje destacado» de la comunidad.
Otro de los hallazgos que añaden interés es la aparición de los llamados 'dentalium', unas conchas marinas con las que se confeccionaban collares y adornos. «Es interesante porque son elementos marinos y están apareciendo en Burgos. Estos elementos, quizás en la zona costera no representen adornos de prestigio, pero probablemente sí en el contexto en el que nos encontramos, porque no todo el mundo puede tener 'dentalium', ya que llegan a través del comercio».
Según indicó el responsable de las excavaciones en la Cueva del Mirador, los 'dentalium' podrían proceder del comercio con la zona del Cantábrico y, al implicar un gasto, determinarían el prestigio del portador. Un equipo de cinco personas trabaja en la Cueva del Mirador, un yacimiento que, según sospechan los investigadores, está lleno de restos porque fue utilizado como lugar de enterramiento habitual por la comunidad que poblaba esta zona de la Sierra hace 4.500 años.

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