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martes, 22 de septiembre de 2009

"reservorio científico de primer nivel"

Investigadores descubren una nueva bacteria en la cueva de Altamira
Un grupo de investigadores del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (Irnas) del Consejo Superior de Invstigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto un nuevo género de bacterias del orden 'Actinomycetales' en la cueva de Altamira.

'Hoyosella altamirensis' es el nombre con el que los científicos del Consejo han bautizado este microorganismo aislado. El hallazgo, realizado por un equipo de trabajo liderado por Cesáreo Sáiz-Jiménez y Valme Jurado, fue publicado en la revista 'International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology' a finales del pasado mes de julio.

"Desconocemos el número de nuevas bacterias que pueden estar presentes en Altamira y otras cuevas. Es un reservorio cientifíco de primer nivel para el descubrimiento de nuevas especies", aseguró Sáiz-Jiménez, quien aclaró que "nos encontramos en un ambiente diferente, con una humedad constante y unas condiciones que lo convierten en un nicho biológico de actividad constante".

Según el investigador, en el Irnas se almacenan más de 500 bacterias aisladas en las diferentes campañas de trabajos realizados en la cueva santanderina. "Al menos, esperamos poder describir una decena más de especies nuevas", apuntó.

Precisamente, Sáiz-Jiménez participó además en el proyecto europeo 'Arca de Noé', en donde científicos realizaron una proyección temporal del deterioro del patrimonio cultural en los países de la Unión, en función del cambio climático. Este proyecto fue premiado recientemente por la Unión Europea y la organización Europa Nostra con el Gran Premio 2009 en la categoría de Investigación.

Sin embargo, Sáiz-Jiménez afirmó que la proyección de biodeterioro para los conjuntos analizados en Andalucía, como son Baelo Claudia, Carmona e Itálica, es "mínima". "Analizando los modelos de predicción de aumento de temperatura para 2080, hasta unos cinco grados por encima de la media actual, podemos decir que estas oscilaciones van a afectar poco a estos monumentos", aclaró.

El investigador añadió que los datos recabados hasta la fecha apuntan a que el cambio climático provocará una merma en el número de especies de líquenes, que colonizan los monumentos, en función de la ubicación geográfica. Por ejemplo, en Andalucía "se verá reducido porque las condiciones climáticas serán más adversas que en Escandinavia o Alemania".

"No obstante, no esperamos grandes cambios en la comunidades fototróficas del Sur de Europa y nuestra región, ya que son tradicionalmente comunidades xerofíticas, adaptadas a la aridez y escasez de agua".


Actinomycetales

Actinomycetales es un orden de las Actinobacteria. Son muy diversos, se clasifican en una serie de subdivisiones y muchas muestras están todavía sin clasificar. Algunos géneros son muy difíciles de clasificar debido a que su fenotipo es muy dependiente del nicho ecológico que ocupan. Por ejemplo, Nocardia contiene varias especies que presentan grandes diferencias debidas solamente a las condiciones de crecimiento.

Las Actinomycetales son bacterias Gram-positivas. Sin embargo, varias especies tienen complejas paredes celulares que hacen la tinción de Gram inadecuada; por ejemplo, las Mycobacteriaceae. Varias Actinomycetales son patógenos para los seres humanos o los animales, plantas u otras células. El patógeno de los humanos más conocido es Mycobacterium tuberculosis.

Algunas especies se utilizan en la industria farmacéutica y en investigación debido a sus propiedades. Streptomycetaceae tiene una singular morfología y ciclo celular y produce una gran variedad de antibióticos. Corynebacteriaceae, especialmente Corynebacterium glutamicum, se utiliza para producción en biotecnología.

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