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miércoles, 15 de julio de 2009

Asón cumple diez años




El Parque Natural de los Collados del Asón, uno de los parajes más agrestes de Cantabria, celebra en este año, su décimo aniversario coincidiendo con el Día Europeo de los Parques. Es un espacio natural protegido de la comunidad autónoma por
la Ley de Cantabria 1/1999 de 18 de febrero, e incluido en la Red de Espacios Naturales Protegidos. El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) fue aprobado en el año 2004. Este paraje se encuentra situado en plena Cordillera Cantábrica al sureste de Cantabria y la totalidad de su ámbito territorial, con una superficie de 4.020 hectáreas, pertenece al municipio de Soba, a altitudes comprendidas entre los 240 y los 1.581 metros
Es un área singular de gran interés, caracterizada por afloramientos calizos, pequeños bosques de hayas y singulares encinares cantábricos, junto a praderías realizadas por el hombre, para el aprovechamiento ganadero. Este hábitat tan diverso, posibilita el desarrollo de una variada fauna silvestre característica de la Cordillera. El Parque, se localiza en una zona que tradicionalmente ha estado muy despoblada, pero que ha posibilitado que el grado de naturalidad del conjunto sea elevado.
El relieve presenta unas formas, variadas, abruptas, y complejas que conforman estos paisajes cantábricos. Los dos rasgos que morfológicamente definen a la zona son las procesos kársticos y el glaciarismo cuaternario.
En el Parque es frecuente encontrar formas de modelado relacionadas con la acción de los hielos, ya que su relieve ha estado influido por los procesos de las últimas glaciaciones cuaternarias, si bien este modelado está actualmente sometido a los procesos de ladera, fluviales o, incluso, periglaciares. La aparición de esta morfología en altitudes que van desde los 600 a los 1.000 metros evidencia que el clima era mucho más riguroso que el actual, similar al de zonas como los Alpes, en donde masas de hielo en forma de glaciares de circo o de valles existen permanentemente.
Sin embargo, la desaparición de los hielos, al suavizarse las condiciones climáticas, da lugar a unos valles con fondo en forma de 'U', flanqueados por 'cordones' de depósito morrénico y en cuyo frente suele permanecer la morrena frontal de media luna. Los ríos y arroyos pasan, posteriormente, a ocupar estos valles, para modificar esta morfología.
En ocasiones, el glaciar en su retroceso quedaba reducido al circo, constituyendo una especie de gran 'lenteja' de hielo acumulada en la depresión cóncava que aquél formaba, rodeado en su borde inferior por una morrena de circo, generalmente en forma de arco.



Glaciares de circo
Los glaciares de circo no sólo se debían al retroceso de las lenguas de hielo de glaciares más desarrollados, sino que también existieron en zonas donde la alimentación por las nevadas no era suficiente para que la lengua glaciar se formara, quedando la acumulación de hielo circunscrita al área del circo, sin fluir hacia un valle. Un ejemplo de glaciar de circo con una morrena muy bien desarrollada se encuentra en la carretera que va desde los Collados del Asón al Portillo de La Sía.
Las formaciones de origen kárstico más características del Parque Natural son los lapiaces, las dolinas y las cuevas, simas y cavidades que se forman en el interior de masas calcáreas. Las extensiones de lapiaces o garmas aparecen continuamente en todo el territorio del Parque, y constituyen su paisaje más característico, destacan los existentes en el Mortillano, Los Campanarios o los Castros de Hornéu.
Sin embargo, las formaciones kársticas más acusadas en el Parque la constituye el enorme sistema de simas y cavidades que se desarrolla en el subsuelo de toda la cabecera del Asón.
Las cavidades conocidas hasta el momento son numerosas y muchas de amplio desarrollo vertical, que enlazan con una complicada red horizontal de importantes proporciones.
Así, este complejo kárstico se presume que pueda constituir una unidad hidrogeológica al enlazar con varios ríos subterráneos que circulan por una red profunda de galerías. De este modo, el Parque constituye la mayor red de cuevas de Cantabria, con más de 150 kilómetros de desarrollo, de gran complejidad y verticalidad, cuya profundidad ronda los 600 metros, lo que la convertiría además, en una de las redes subterráneas más grandes de Europa.
El modelado fluvial actuó sobre el paisaje formado por glaciares y complejos kársticos configurando el paisaje del Parque tal como está configurado en la actualidad.

En el Parque nace el río Asón, lo atraviesa en su totalidad en dirección sur-norte, además de su principal afluente el Gándara. El actual valle es sólo un fragmento del original que nacería más al sur, en la vertiente norte del Portillo de la Sía. La erosión producida por el río Gándara en su cabecera originó una captura de la cuenca de cabecera del Asón. La alimentación de la cascada en la que finaliza el valle de Bustalveinte, considerada tradicionalmente el nacimiento del Asón, proviene en realidad de la depresión kárstica de Brenavinto situada en el valle glaciar de Ojón.
La vegetación es la característica del bosque atlántico caducifolio dominado básicamente, por hayas. Si bien hay que destacar la singularidad biogeográfica del Parque, ya que junto a esa vegetación atlántica existen encinares cantábricos que han perdurado debido a que se han desarrollado sobre las rocas calizas predominantes.




El hayedo es la formación forestal dominante, pudiendo encontrar abedules y rebollos en aquellas zonas donde, debido a las frecuentes precipitaciones se ha producido una pérdida de sales en el suelo. En las cotas inferiores, en puntos como el nacimiento del Asón, el hayedo alterna con el encinar cantábrico, que le sustituye en aquellos puntos más insolados y, por lo tanto, sometidos a una mayor pérdida de humedad. En la parte baja del valle aparecen fresnos, alisos y sauces, formando un exiguo bosque de ribera. Estas formaciones forestales ceden en aquellos puntos donde, debido a la acción humana o a lo limitado de las condiciones edáficas, son sustituidos por pastos de diferente grado de naturalidad.



En cuanto a la fauna se encuentra una amplia representación de la fauna de la montaña cantábrica, destacando las grandes rapaces como el buitre leonado, el alimoche, el águila culebrera y el azor. Entre los mamíferos, y dada la alta densidad de cuevas que se encuentran en la zona, cobra relevancia el grupo de los quirópteros entre los que destacan el murciélago de cueva, murciélago de herradura y murciélago grande de herradura. En los ríos del Parque son abundantes la trucha común y el salmón atlántico.
Pese a todo, el principal interés faunístico del Parque reside en los valores de fauna invertebrada presentes en el mismo, pues reúne a las especies de invertebrados más valiosos y raros de Cantabria. Se han localizado en el interior de todas las cavidades importantes endemismos troglobios de arácnidos, crustáceos, diplópodos, quilópodos e insectos, muchos de ellos únicamente conocidos en el entorno kárstico del Asón.

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