.

.

domingo, 22 de marzo de 2009

Una muerte dulce


Hace ya tiempo se planteó un problema al hacer el gobierno vasco una ley que eliminaba la espeleología como deporte, integrandola en montaña y obligando a disolver la federacion vizcaína y alavesa (territoriales de la vasca que por una serie de razones políticas e históricas no se quiso crear a su debido tiempo y posteriormente no hubo permiso gubernalmental) que existían y en el caso de la vizcaína tenía una gran actividad al conseguir unificar criterios entre clubs y hacer un catálogo vizcaíno. Tras una serie de movimientos, el GV no se atrevió a disolver la vizcaína y la asamblea de esta aceptó "una muerte dulce" entrando en proceso de disolución y trasformandose en una asociación de asociaciones de nivel vizcaíno para continuar con el catálogo y extenderlo a nivel vasco. A esa última asamblea asistí y casi todo el mundo decía eso de "es injusto pero somos pocos y cobardes; nos van a dar más subvenciones, etc". A todo esto hay que sumar la existencia de la Unión de Espeleologos Vascos (una asociación normal que hace de psudofederación vasca y de psudoconfederación vasco-navarra, lleva el socorro y edita una revista pero lo componen pocas personas) y la posibilidad, hasta ahora, de federarse cada club y la inmensa mayoría de las personas que se autodefinen como "espeleólogas" en la española. (conozco cantidad de abertzales federados en la FEE; hay algún club que se federa con otro nombre o sus mienbros se federan en un club federado, pero son minoría). Ahora parece que va a haber otro gobierno y aunque el resultado parlamentario no es democratico según mi opinión y la del 8% de los votantes, creo que se debería de aprovechar la oportunidad desde la FEE para intentar revertir la situación. Actualmente la dinámica sigue su curso y ahora se trata de impedir la posibilidad de federarse directamente en la FEE, mediante cantos de sirena de que los espeleologos vascos nos federemos en la federación vasca de montaña como sección. La diferencia entre espeleología y montaña no fué un invento "español" en 1983, sino una tendencia internacional, eso lo tenemos claro y el anterior GV (PNV más izquierda unida) solo se ha aprovechado de la aceptación por parte de la FEE del rollo de la competición.Va a ser la primera comunidad autónoma en eliminar la personalidad jurídica de la espeleología y posiblemente el próximo gobierno central será de derechas (PP más PNV y CiU) y acabará el trabajo.A nivel legal parece chungo: las competencias plenas de deportes son de las comunidades autónomas y la FEE se negó a impugnar la ley vasca de deportes a su debído tiempo porque la gran mayoría de los espeleólogos vascos no quiso pero se supone que el nuevo gobierno vasco va a ser receptivo. Te propongo que difundas este texto entre los de la asamblea de la FEE. La federación española puede hablar directamente con el nuevo gobierno y hacer la modificación legislativa para que pueda sobrevivir la federación vizcaína, informar a los federados en la comunidad autónoma, que sea la federación vasca de montaña la que impugne el cambio, cosa que dudo y que pueda constituirse la federación vasca si la gente quiere.


CARTA DE ALFONSO CALVO

1 comentario:

Anónimo dijo...

En el caso de que los espeleólogos quisieran disponer de una entidad propia y autónoma, deberían ser ellos mismos, los espeleólogos, directamente, los que escogieran y decidieran sus tipos de organización.
Ya sabemos que hasta la espeleología está sometida por los avatares de la política, de los políticos y de las entidades, en las que forman parte, generalmente, como una minúscula sección de las mismas. Manipulan nuestra humilde actividad para la consecución de unos fines globalizados que en pocos casos coinciden con los fines de los espeleólogos y de la espeleología.
Somos pocos, divididos y por lo tanto, muy escasamente influyentes (de eso se valen).
Mi fraternidad y solidaridad hacia todos mis compañeros espeleólogos que disponen de mi apoyo y comprensión en todas sus decisiones, eso sí, en las que ellos, solo ellos, tomen libremente y democráticamente.
F. Miret