La Cueva de la Mora

Cuenta la leyenda que en la Pedriza del Manzanares existía un árabe, famoso, no solo por su mansión y sus riquezas, si no por la belleza de su hija. Un caballero cristiano se enamoró de ella por aquel entonces e iba a verla en secreto todos los días. El padre, que se enteró de este amor, le prohibió terminantemente a su hija que volviera a ver a su enamorado, pues era un grave pecado para su religión. Por ello, secuestró en la mansión a la jóven y el caballero, desesperado, se fue a la guerra. La hija, mientras tanto, seguía esperándo a su amor. Pero su padre, viendo que seguía soltera, la amenazó con encerrarla en una gruta de los alrededores. Finalmente, encerró a la jóven en una cueva hasta que muchos años después, el murió y posteriormente la hija falleció de pena. Desde entonces, esta gruta se ha llamado la Cueva de la Mora y cuentan algunos, que en las noches de verano, se ve vagar por los alrededores del lugar a esta joven mora, esperando que vuelva su amado cristiano.