Espeleologia artesanal 1

Nuestros abuelos no tenian la posibilidad de encontrar la grand variedad de materiales que hoy en dia tenemos, por eso tenian que ingeniarselas con materias primas a su alcance.

Escaleras de cuerda y madera.


- El material necesario para construir una escalera de cuerda y madera pesada es el siguiente: cuerda de cáñamo de 4 cabos y 20 mm de diámetro; barrotes de madera dura, preferentemente haya o fresno, de 25 mm de diámetro y unos 30 de longitud; cordel de cáñamo de 3 mm, y 4 orejones metálicos.
Los barrotes presentan en cada uno de sus extremos un entalle de una anchura de un centímetro y situado a 2,5 cm de cada una de sus puntas, las cuales, para evitar en los posible engancharse en los salientes de las paredes, han sido redondeadas; es necesario que la distancia de un entalle a otro sea idéntica en todos los barrotes, pues de lo contrario, la escalera tomara posiciones desequilibradas.
Para montar dicha escalera se toman dos cuerdas de unos 40 cm. Más largas que la longitud que deba tener aquella, y a 65 cm del extremo de las mismas se coloca el primer travesaño, para, para lo cual se efectúa una detorsión en la cuerda, poniendo una mano sobre el lugar donde haya de quedar fijado el barrote y la otra debajo y, haciéndolas girar en sentido, contrario al de torsión, se consigue así separar los cabos que forman la cuerda, introduciéndose entonces a través de los mismos la cabeza del barrote hasta su entalle.

Una vez efectuada esta operación, se procede a atar el barrote con un pedazo de cordel, y si se desea puede asegurarse todavía más la atadura con un emplasto de chatterton o cinta aislante o esparadrapo.


Una vez colocada de idéntica manera la otra cabeza del barrote, se fija igualmente el segundo, y así sucesivamente hasta completar la escalera. La distancia de un barrote a otro suele ser de 30 cm.
Los cuatros cabos terminales de las cuerdas se cierran con orejones metálicos fijados por medio de un nudo de guarnicionero. Ha de tenerse en cuenta que la distancia del último barrote al bucle terminal sea de 15 cm, afín de que al unir dos escaleras entre si se consiga la dicha separación de 30 cm.
Podemos utilizar escaleras con una separación de 33 cm de barrote a barrote, a fin de que cada tres peldaños sumen un metro de longitud, con lo cual se consigue medir pozos directamente por el sencillo procedimiento de contar los barrotes empleados en el descenso; no obstante, la practica enseña que la mayor comodidad de la separación de 30 cm. Compensa esta relativa utilidad.