Un juez investiga si el antiguo vertedero del Garraf está contaminando pozos
Un juez de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) investiga si filtraciones del antiguo vertedero del Garraf, uno de los mayores de Europa que funcionó durante tres décadas, han contaminado los pozos que hasta 2016 abastecieron de agua de boca de una urbanización de Olivella (Barcelona).
La investigación deriva de una denuncia que el Ayuntamiento de Olivella presentó en los juzgados, después de que los vecinos de la urbanización afectada, Plana Novella, detectaran que el pozo que les suministraba el agua potable presentaba elevados niveles de contaminación por lixiviados, principalmente amonio y carbono, han informado a Efe fuente jurídicas.
La presencia de tóxicos en el agua obligará a la urbanización a abastecerse de agua de la concesionaria Aigües Ter-Llobregat (ATLL), lo que requerirá una inversión de 1,5 millones de euros.
La asociación de vecinos de Plana Novella, que ejerce la acusación particular en la causa, ha aportado un informe pericial al juez que concluye que los "altos niveles de contaminación" de los pozos La Falconera y Pou Carbó situados en la zona apuntan a la existencia de una "fuga persistente en el depósito controlado" que alberga los residuos del antiguo vertedero.
El basurero, que ocupó cerca de 60 hectáreas en un estrecho valle entre Gavà y Begues (Barcelona), fue el destino de los residuos que generaba buena parte del área metropolitana desde 1974 y llegó a acumular 26 millones de toneladas de desechos hasta que fue clausurado en 2006, fruto de años de movilizaciones vecinales.
Por encargo del juez de Vilanova que lleva el caso, el Instituto Nacional de Toxicología ha analizado varias muestras de agua de dos pozos de Plana Novella extraídas a 347 metros de profundidad, en las que se detectaron niveles de amonio de 4,01 miligramos por litro.
El informe, a que ha tenido acceso Efe, concluye que el índice de amonio de los pozos examinados "supera el valor consensuado para calificar un agua como no apta para el consumo", por lo que insta a "tomar medidas correctoras antes de llegar al usuario".
Por su parte, un informe de los Mossos d'Esquadra encargado por el juez concluye que los niveles de amonio detectados en los pozos que abastecen la urbanización pueden implicar "un riesgo para la salud y el medio ambiente" y que "la hipótesis más plausible" de su causa es "la contaminación latente del acuífero por la posible infiltración al subsuelo de los lixiviados generados" por el antiguo vertedero.
No obstante, la policía catalana añade que "no se pueden extraer unas conclusiones definitivas, por falta de elementos suficientemente razonables de juicio que permitan determinar la presunta comisión de un delito contra el medio ambiente en la gestión integrada del vertedero", por lo que pide una investigación "de carácter más complejo".
El juez abrió en 2016 diligencias para investigar el origen de la contaminación y, ante la falta de resultados concluyentes, a los seis meses dictó el sobreseimiento provisional, por haber transcurrido el plazo máximo que fija la ley para una instrucción.
No obstante, el caso ha seguido tramitándose y se está a la espera de la próxima reapertura de la causa, a la luz de los nuevos informes presentados por las acusaciones, que pretenden centrar ahora la investigación en averiguar si un deficiente mantenimiento del vertedero -gestionado por la empresa Tirsa y que depende de la Autoridad Metropolitana de Barcelona (AMB)- está provocando las filtraciones contaminantes.
De hecho, en un escrito presentado el mes pasado, a que ha tenido acceso Efe, la Fiscalía se opone a que se archive definitivamente la causa por haber prescrito el delito ambiental que se investiga, como ha pedido la AMB argumentando que desde el año 2007 no han entrado residuos en el vertedero clausurado.
El ministerio público admite que, a la luz de los informes aportados hasta ahora, "no queda patente que la entrada de residuos haya sido el origen y única causa de la contaminación", pero insiste en que ésta "también podría deberse, entre otros, a un mal tratamiento de los lixiviados latentes en el vertedero del Garraf".
La asociación de vecinos de Plana Novella, por su parte, ha aportado al juez un nuevo informe, elaborado por un perito geólogo de la empresa Ars Geotécnica, que advierte del riesgo de que una posible fuga del vertedero pueda afectar las aguas subterráneas de las poblaciones existentes entre Sitges y Castelldefels (Barcelona).
Según el informe, así lo apuntan los elevados niveles de amonio detectados no sólo en los pozos de Plana Novella, sino también en el de la Falconera, situado "en una zona próxima al marte de Castelldefels, a cinco kilómetros de distancia del vertedero".
El perito alerta de que el vertedero del Garraf "incumple clarísimamente uno de los preceptos de exclusión para ubicar un depósito controlado de residuos" de acuerdo con la normativa en la materia, puesto que está situado sobre terrenos cársticos.
Según el informe, dicha normativa no era vigente cuando se construyó el vertedero, pero sí actualmente, cuando deberían llevarse a cabo "las operaciones de mantenimiento y control", dado que hay riesgo de que la capa de impermeabilización de arcillas que recubre la instalación "pueda sufrir deformaciones y rotura
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